País: México
Año: 1959
Director:
Roberto Gavaldón
Reparto:
Ignacio López Tarso (Macario), Pina Pellicer (Esposa de Macario), Enrique
Lucero (la Muerte), Mario Alberto Rodríguez (Don Ramiro), Eduardo Fajardo
(Virrey), José Gálvez (el Diablo), José Luis Jiménez (Dios)
Duración:
90 minutos
Sinopsis:
“En tiempos del Virreinato, un humilde
leñador que compartió por caridad un trozo de guajolotes asado con la Muerte,
se vuelve depositario de un elíxir capaz de devolver la salud incluso a los
moribundos, un don que volverá su vida una pesadilla. Clásico indiscutible del
cine mexicano donde la sobriedad narrativa y el universo trágico de Roberto
Gavaldón son cobijados por la extraordinaria labor fotográfica de Gabriel
Figueroa, capaz de transmitir la atmósfera fantástica del filme, con el cual
México contendió por primera vez en los Óscares en 1961”.
¿Qué de nuevo se podría
aportar sobre Macario en sangrons.blogspot.mx? Casi nada… si a
caso que me dio un poco de coraje haberme perdido la proyección de esta cinta
en el foro al aire libre Gabriel Figueroa
el pasado viernes 9 siendo que un día antes, el jueves, fui a la reapertura de
la Cineteca Nacional a ver la cinta Tiburón
y no me enteré de nada.
Así que armé la logística
para ir al siguiente día (sábado) a ver el par de cintas con la que iniciaba
actividades la #54Muestra: Moonrise Kingdom y Macario. El problema es que los
boletos se agotaron desde temprano y no alcancé boleto ni siquiera para las
otras películas que se estaban exhibiendo.
Así que decidí
esperar hasta el lunes para comprar las entradas. Afortunadamente encontré
boletos para las dos funciones.
La ventaja fue que en la función de Macario del mediodía la sala no se atiborró por lo que pude elegir una butaca en posición estratégica para disfrutar la cinta. Y me quedé con la boca abierta de lo bien que se ve y escucha la película y de lo bien que se ve y se escucha la nueva Sala 8 hermanos Rodríguez.
La experiencia de
ver Macario en esa sala fue un
orgasmo kinestésico jajaja ni cómo
rebatir la millonada que le están metiendo en los adornos externos (el techo
ese de diseñador) porque no
descuidaron en nada a las nuevas salas. Nada más no son perfectas porque la
capacidad no rebasa las 190 butacas (que serán insuficientes porque esa zona va
a colapsar y la demanda incrementará como no se lo imaginan… ya se acordarán de
este blog)
Pues todos en la
sala disfrutamos la proyección, no sé ustedes pero Macario a pesar de tantas repeticiones. Verla en la pantalla
grande, es oootro boleto. Se ven detalles que ya estaban ahí desde que se filmó
la película pero que no se apreciaban y se dejaban de lado.
Si usted no tiene la oportunidad de re-descubrirla en su formato original, sirva como premio de consolación el siguiente link para verla completa en su hogar. El Diablo, Dios, la Muerte y un Guajolote…
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