Reseña: Después De Lucía

Título: Después de Lucía
País: México
Año: 2012
Director: Michel Franco
Reparto: Tessa Ia González, Paloma Cervantes, Gonzalo Vega Sisto, Tamara Yazbek Bernal, Hernan Mendoza
Duración: 102 minutos

Sinopsis: “Desde que Roberto enviudó ha descuidado a su hija Alejandra de quince años. Sumido en su depresión decide mudarse a la ciudad de México. En la nueva escuela, la chica tolerará en silencio abusos emocionales y humillaciones de todo tipo con tal de no llevar problemas a casa. Padre e hija se separan cada vez más, la violencia está presente en todos los aspectos de sus vida”.

Hace tiempo reseñamos La Perdida De La Inocencia (Trust) Donde más allá del tema escabroso del abuso de menores, el verdadero tema de fondo era: La comunicación.

Ahora con Después de Lucía ocurre algo similar; pues la palabra clave vuelve a ser la comunicación por sobre el bullying.

La historia o mejor dicho, el infierno de Alejandra (Tessa Ia González) se desata tras haber sido videograbada por un joven con el que tiene sexo en una fiesta, quien sube a internet el video. Se corre la voz y Alejandra sufre las consecuencias tanto en la escuela como en su entorno, mientras la relación con su padre se sigue fracturando.

Parafraseando a Homero Simpson, al igual que con las mentiras, en el bullying se necesitan dos: Uno que abuse y otro que calle.

Les comento que yo entré al cine sin saber de qué trataba la película (me gusta ser sorprendido) únicamente contaba con la somera información de sus logros en festivales y la representación de México para el Premio de la Academia Oscar® Por lo que me sentí un poco incómodo específicamente en las partes donde se retrata el abuso que sufre la chavita (golpes, insultos, agresiones…) pero más el ver que la chica no hacía ni decía nada.

Eso fue precisamente lo que me partió el corazón, ver la historia de una niña que seguía sin superar la muerte de su madre y que en una especie de patología, pierde la autoestima. O al menos esa fue mi explicación ya que de verdad no entiendo porqué la niña no dice nada.

Abriendo un paréntesis, encontré que el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CDHEM), Marco Antonio Morales dice que las víctimas no denuncian el bullying por miedo (Fuente: El Universal) peeeero la presidenta del Sistema Municipal DIF Liliana Ortiz de Rivera dice que no se denuncia por pena. (Fuente: Contraparte)

¡Ese es el problema! Los supuestos expertos no saben ni qué chingados es el bullying. Una cosa es miedo y otra muy distinta es la pena. Marco Antonio Morales y Liliana Ortiz de Rivera: Sin afán de ser bully ustedes son unos pendejos. A ver, ¿Me da pena que me asalten en la calle y me da miedo que me vean tropezar en la calle? ¿Ya ven cómo no es lo mismo que lo mesmo?

Hay que ser fuertes de estómago en algunas escenas...

Siguiendo con la reseña, les digo que esas escenas de tortura por parte de los compañeritos de la escuela son terribles. Y al ver eso, una segunda hipótesis me llevó a la reflexión de que probablemente Alejandra no opone resistencia a nada, debido a que es una extraña forma de lavar todas sus culpas (sean o no de ella) en una especie de devoradora de pecados, lo que viene siendo un Sin-eater. Pues además del shock de que muera su mamá en un accidente automovilístico, tiene que lidiar con mudarse a un entorno totalmente distinto: de la playa de Vallarta al asfalto de la Ciudad de México. También de que al llegar a la nueva escuela, lo primero que ocurre es que se le criminaliza por fumar mariguana.

 

Luego entonces (si algún espectador fue a la prepa) se dará cuenta de que Alejandra sigue medio obsesivamente la pirámide de Maslow (misma que les pongo acá de un copy-paste de wikipedia) pero de una mala manera, recordemos que la importancia en una pirámide, son las bases, luego entonces, con bases débiles nunca podremos tener una construcción sólida y en el caso de Alejandra, su pirámide se desmorona en los primeros 3 niveles. Para terminar con mi hipótesis de la devoradora de pecados o Sin-eater el mar (porque hay involucrado un viaje escolar a Veracruz) cumple una función de purificador. De donde surge una nueva Alejandra...

¿Cómo ven? Después de Lucía da mucho material para comentar. Qué malo que el “crítico profesional” el idiota de (ahora sí con toda intención de ser bully) Erick Estrada sea tan ciego que en lugar de hablar de la propuesta de Después de Lucía se la pasó criticando que si la cámara esto, que si la toma lo otro. Para que vean que gente como Erick Estrada nunca van al cine a divertirse, ellos de entrada ya van con la camisa de ir a criticar, buscar el error para sentirse los muy chingones, ver quién se tropieza para reírse. Solo que hay un pequeño detalle: Erick Estrada no hace cine… Ups!

Mejor Largometraje de la sección Una Cierta Mirada en
el pasado Festival de Cine en Cannes

Ya para terminar, les diré que la película agradece al señor Emilio Azcárraga (¡!) Ya saben; Televisa apostándole a lo que vende. Claro, nos gustaría saber también del bullying que sufren los trabajadores de Televisa de bajo rango (maquillistas, jala cables, etc.) a los que se les maltrata y humilla. No pueden hacer nada porque los corren y se quedan en la calle. Todo esto bajo la opacidad del señor Azcárrga quien una vez más se ríe de nosotros y el valemadrismo de las autoridades correspondientes.

¿Después de Lucía va a ganar un Premio de la Academia Oscar®? ¡Claro que no! Esa película se llamó: En Un Mundo Mejor (Hævnen) aquí revisada también.

Presentación en Guanajuato, Julio 2012
Foto: Paulo Vidales

Me despido con la insistencia de la importancia de LA COMUNICACIÓN. Hay que hablarnos más, compartamos nuestras inquietudes con la familia porque en el bullying se necesitan dos: Uno que abuse y otro que calle... ¡Vayan a verla!