Título: La Postura del Hijo
Título Original: Poziţia Copilului
País: Rumanía
Año: 2013
Director: Calin Peter Netzer
Reparto: Bogdan Dumitrache (Barbu), Luminiţa
Gheorghiu (Cornelia), Florin Zamfirescu (Aurelian Făgărăşanu), Natasa Raab
(Olga Cerchez), Ilinca Goia (Carmen)
Duración: 112 minutos
Sinopsis: “Cuando
una mujer se da cuenta de que su hijo provocó la muerte de un niño en un
accidente de tránsito, será capaz de lo que sea con tal de evitarle la pena de
ir a prisión. Apoyado principalmente en la interpretación de la actriz Luminiţa Gheorghiu como la amorosa y sofocante
madre protagonista, el cineasta Calin Peter Netzer aprovecha al máximo el
realismo casi documental del actual cine rumano para mantener al espectador al
filo de su butaca en este drama familiar con tintes de thriller”.
En La Postura del Hijo tenemos una película
obscura y extrañamente cínica.
Todo
gira alrededor de un trágico accidente automovilístico en el que Barbu (Bogdan Dumitrache) atropella a un
niño que cruza descuidadamente una carretera. Cornelia (Luminiţa Gheorghiu) la madre; es una mujer muy especial
que quiere controlar aún, todo lo relacionado con su ya adulto hijo.
Esta
relación es la que iremos conociendo conforme avanza la cinta.
Les
comento que me resultó fascinante esta película porque cada vez que me acordaba
de ella; le encontraba otro enfoque completamente distinto. Al principio me
quedé con la idea de drama y luego, de ironía.
El
trabajo del director Calin Peter Netzer destaca por ese naturalismo plasmado en
cada escena, hasta parece que estamos viendo un documental, un reportaje de
algo que sí ocurrió. Paulatinamente se va construyendo una especie de antítesis
maternal que por lo menos en el caso nacional donde la madre es lo más sagrado,
sacudió a la audiencia en todas las escenas cuando Barbu le recrimina a Cornelia
todo lo que le ha hecho y hasta se podía escuchar el pensamiento generalizado
de: -¡Qué hijo tan malagradecido!-
A la madre... |
Muy
curioso que en Rumanía se muestre a la madre como un monstruo manipulador y acá
en México se interprete como que el hijo es el grosero, el hijo desnaturalizado
que no le importa saber nada de su sacrosanta madre que está haciendo hasta lo
imposible para que no pise la cárcel.
Me
acordé de una frase que supongo era para promocionar una obra de teatro: “Tener una madre así o… ser una madre así”.
Ya
no agregaría más a esta reseña pues sólo describiría las escenas que me
gustaron. Eso sí, la cinta es poderosa, con interpretaciones sobresalientes y
diálogos muy exactos que a muchos llamarán la atención, al final cada quien
interpretará las cosas según su forma de ser.
Imperdible
la actuación de Luminiţa Gheorghiu como Cornelia. Suelta frases que te hace
estremecer o reír. Gheorghiu es simplemente exquisita.
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