Reseña: Confesiones En El Diván (Mahler Auf Der Couch) | SÓLO SANGRONS

jueves, 10 de noviembre de 2011

Reseña: Confesiones En El Diván (Mahler Auf Der Couch)

Título: Confesiones en el Diván
Título Original: Mahler auf der Couch
País: Alemania-Austria
Año: 2010
Director: Percy Adlon, Felix Adlon
Reparto: Johannes Silberschnieder (Gustav Mahler), Barbara Romaner (Alma Mahler), Karl Markovics (Sigmund Freud), Friedrich Mücke (Walter Gropius), Eva Mattes (Anna Sofie Schindler-Moll), Lena Stolze (Justine Mahler-Rose), Lena Stolze (Justine Mahler-Rose), Nina Berten (Anna von Mildenburg)
Duración: 105 minutos

Sinopsis: “Verano de 1910; Plagado de celos, el compositor Gustav Mahler necesita la ayuda y el consejo de Sigmund Freud. La razón: recibió una carta de amor dirigida a su esposa Alma. En ella, el arquitecto Walter Gropius le cuenta a detalle su romance con Alma, dejando a Mahler totalmente desentendido del mundo. Mahler ya no está inspirado, no puede terminar ninguna composición. De Freud espera ayuda. De hecho, la sesión con el famoso psicoanalista revelará cosas asombrosas”.

¡Y continúa la Muestra Internacional de Cine número 53 en la Cineteca Nacional!

Si se la perdieron durante la semana de cine alemán en su edición número 10, ahora es la oportunidad para verla.

La actriz Barbara Romaner en su papel como Alma Mahler está exquisita. La idea era que ella, como musa, fuera deseada por todos... y así es, uno también termina por desearla.

La cinta trata del tema de los celos, pero no unos celos convencionales, Gustav (Johannes Silberschnieder) en su obsesión por poseer a Alma, termina por sofocarla, la hace menos, en cierta forma sus celos son más bien envidia, envidia por la esencia de Alma.

Y ella padece de una dependencia muy grande, probablemente se siente en su zona de confort pero... ¿A qué precio? ¿Dejar de lado planes e ilusiones?

Como en la mayoría de las relaciones, siempre hay alguien que (como esa batería) da más, mucho más.

Y cuando es necesario reaccionar ante una relación que ya no es sana, nos encontramos con el inevitable paso del tiempo que parece susurrar: "Es ya demasiado tarde"

Confesiones en el diván curiosamente, viaja hasta nuestro subconsciente...

Así que ya saben, esta cinta andará paseando en la muestra: ¡No la dejen pasar!

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