Título: Pulling Strings
Título Original: Amor a Primera Visa
País: México
Año: 2013
Director: Pitipol Ybarra (también Pedro Pablo
Ybarra)
Reparto: Jaime Camil, Laura Ramsey, Omar Chaparro,
Catherine Papile, Roberto Sosa
Duración: 111 minutos
Sinopsis: “Alejandro
Fernández es un mariachi talentoso y un padre soltero. Al no sentirse apto como
padre, pretende enviar a su hija con sus abuelos a Arizona, pero para ello
necesita obtener una visa. Rachel Simons, cónsul en la embajada de los Estados
Unidos en México, esta a punto de cambiar su residencia a Londres, a donde ha
sido promovida. Cuando Alejandro conoce a Rachel, ve en ella la oportunidad de
lograr su plan, pero las cosas se irán complicando en una divertida aventura
donde estos personajes aprenderán a reconstruirse en medio de la bella Ciudad
de México”.
Amor
a Primera Visa es la película que Issa López entre otros, como: Gabriel
Ripstein, etc. le escribieron a la basura humana de Pitipol Ybarra o como
también suele cambiarse de nombre: Pedro Pablo Ybarra.
Este
personajete ha tenido el descaro de llamarse director de cine y contamina la
incipiente industria cinematográfica mexicana con comerciales disfrazados de
película.
La prueba
es esa abominación titulada: El Cielo En Tu Mirada; que encantó a gente ignorante y de poco criterio.
Ahora
bien ¿Por qué entré a ver Amor a Primera
Visa si no me agradó la porquería que hizo el señor Ybarra?
No
es justificación pero fue una mezcla de los siguientes factores:
1. Está
anunciada como: “Una película de Pitipol Ybarra” a lo que me cuestioné -¿Quién es ese idiota? Quién sabe, habrá que
ver…- puesto que Pedro Pablo Ybarra fue el nombre con el que firmó su crédito
en El Cielo En Tu Miada (jaja) y ni
idea tenía que Pedro Pablo y Pitipol (¡Qué nombre tan más pendejo!) eran la
misma persona.
2.
También se promociona con la leyenda: “Del
Productor de Nosotros Los Nobles” y enfatizo en las palabras: DEL PRODUCTOR
puesto que al decir DEL PRODUCTOR, uno infiere automáticamente que se trata del
más conocido, en caso concreto de Gary Alazraki. Sin embargo, en Amor a Primera Visa NO participó Gary
Alazraki sino Leonardo Zimbrón, quien en un arranque de modestia se quiso hacer
pasar como EL productor único de la exitosa Nosotros
Los Nobles cuando lo más noble (qué ironía) debió de haber sido: “De uno de los Productores de Nosotros
Los Nobles” puesto que hubo más de un solo productor para la película. Lo curioso
del asunto es que el otro productor de Amor
a Primera Visa es: Oscar Orlando Torres, que si seguimos la (i)lógica de Leonardo
Zimbrón, cuando Orlando Torres saque una película del mismo género podrá
incluir la frase: “Del Productor de Amor
a Primera Visa” jajajaja. De Hollywood me espero estas jugarretas pero no
del cine de México.
3.
Jaime Camil… Es cierto que los primeros dos puntos son engañosos porque
confunden al público, el caso de Jaime Camil es distinto. Realmente me interesé
en ver la película por él.
4. La
entrada a $16 pesos. Este fue el catalizador de los puntos anteriores que me
convencieron de ver la peli. Definitivamente no iba a dar más de dos monedas de
$10 pesos por verla así y como el cine baratero hasta es 100% digital, con
salas tipo estadio y acumulo visitas, pues no tenía nada que perder.
Así
que la única información que tenía a la mano era que se trataba de una comedia
con Jaime Camil, nada más y nada menos que eso.
¿Amor a Primera Visa es divertida? Tendríamos
que definir lo que es diversión en primer lugar y eso llevaría tiempo. Cambiemos
la interrogante por: ¿Amor a Primera Visa
es lógica? ¡Ah, eso suena mucho mejor! Pues no, no es lógica. Son una sarta
de incoherencias y estereotipos ofensivos.
Hay
algunas cosas rescatables pero en definitiva, esta es otra película de las
denominadas Mexican Curious de las
que tanto gozan los europeos o los estadounidenses pues realmente creen que así
es México.
Sin comentarios... |
Y de
paso, como bien dice Carlos Bernal: “Los
mexicanos somos reducidos a un mariachi que casualmente habla muy bien Inglés;
Se llama Alejandro Fernández y canta como Luis Miguel, que para los gringos es
lo más cercano a un cantante de ranchero”.
Por
no decir que es lastimoso el ver cómo se retrata a los mariachis. Nuevamente,
lo podría aceptar de una película extranjera pero no de una producción nacional.
No
sin antes hacer también una caricatura ridícula de Pedro Infante con el personaje
de ‘El Canicas’ (Omar Chaparro).
No
me las estoy dando de nacionalista o defensor de las tradiciones pero que no
mamen ¡Cómo hacen estas chingaderas los mismos mexicanos!
Jaime
Camil está al borde del colapso tratando de hacer funcionar esta cinta mala
desde el guión. Lo que parecía ser la salvación de la cinta (la interpretación
musical de Camil) es de pena ajena. Al señor nunca lo había oído cantar pero
tiene voz de pito, no tiene madera de cantante ranchero. Una completa deshonra
para el traje de mariachi que trae puesto…
La historia
es una simple excusa para rellenar con incongruencias el resto del metraje: Un
mariachi: Alejandro Fernandez (Jaime
Camil) preocupado por la educación de su pequeña (Renata Ybarra… ¿Alguien escuchó
nepotismo?) desea que sus abuelos sean los encargados de cuidarla, el punto es
que radican en Arizona y para llegar allá; necesita una Visa, misma que le es
negada sin miramientos por la ¿secretaria, recepcionista? Uhmm… Burócrata Rachel (Laura Ramsey) que pronto será
reubicada a la embajada Americana en Londres. Casualmente en su última semana
en México, Rachel y Alejandro coinciden en una fiesta donde
su grupo fue contratado para tocar. Alejandro
la odia pero al verla borracha en una parada de camión se apiada de ella y la
lleva a su casa (Pero esto ya lo veíamos venir ¿No?).
Al
día siguiente inicia la típica una
divertida comedia de enredos de las que ya estamos cansados de tanto ver en
el cine donde Rachel “pierde” la computadora
portátil de su jefe con documentos top
secret y bla, bla ,bla. No obstante, todo se trata del plan maestro de Alejandro para conseguir una Visa, creyendo que si
se hace amigo de ella y le demuestra que cumple con los requisitos migratorios,
podrá obtener los tan amados papales que le permitirán llevar a su hija a
Arizona.
Para
esto, necesitará la colaboración de su inseparable amigo: El Canica (Omar Chaparro), a fin de hacer más larga la película,
digo… a fin de hacer tonterías al por mayor para ganar tiempo y hacer que Alejandro quede bien ante la gringa, quien comenzará a sentir algo por Alejandro (¡A que nadie se lo imaginaba!
¡En tu cara Shakespeare! Jajaja).
Laura Ramsey, Aurora Papile, Renata Ybarra y Jaime Camil en un evento presentando Amor a Primera Visa. |
Todos
los enredos terminan por volverse en contra del mariachi al momento en que la
gringa descubre parte de las intenciones de Alejandro.
Éste, tratará de reconquistar a la güera (que dicho sea de paso, sí está sabrosona.
Contrario a las que he visto en la real embajada, donde son güeras desabridas, de más
de cuarenta y muy feas).
Ya
no tiene caso continuar puesto que la última parte está sacada del manual de “divertida comedia de enredos” que nuevamente
encontramos en infinidad de películas genéricas con todo y persecución ridícula
en un aeropuerto. El extra son los infames playbacks
que hacen en la cinta.
México
resumido en una tostada y un pan dulce.
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