Reseña: Amor a Primera Visa (Pulling Strings) | SÓLO SANGRONS

domingo, 17 de noviembre de 2013

Reseña: Amor a Primera Visa (Pulling Strings)

Título: Pulling Strings
Título Original: Amor a Primera Visa
País: México
Año: 2013
Director: Pitipol Ybarra (también Pedro Pablo Ybarra)
Reparto: Jaime Camil, Laura Ramsey, Omar Chaparro, Catherine Papile, Roberto Sosa
Duración: 111 minutos

Sinopsis: “Alejandro Fernández es un mariachi talentoso y un padre soltero. Al no sentirse apto como padre, pretende enviar a su hija con sus abuelos a Arizona, pero para ello necesita obtener una visa. Rachel Simons, cónsul en la embajada de los Estados Unidos en México, esta a punto de cambiar su residencia a Londres, a donde ha sido promovida. Cuando Alejandro conoce a Rachel, ve en ella la oportunidad de lograr su plan, pero las cosas se irán complicando en una divertida aventura donde estos personajes aprenderán a reconstruirse en medio de la bella Ciudad de México”.

Amor a Primera Visa es la película que Issa López entre otros, como: Gabriel Ripstein, etc. le escribieron a la basura humana de Pitipol Ybarra o como también suele cambiarse de nombre: Pedro Pablo Ybarra.

Este personajete ha tenido el descaro de llamarse director de cine y contamina la incipiente industria cinematográfica mexicana con comerciales disfrazados de película.

La prueba es esa abominación titulada: El Cielo En Tu Mirada; que encantó a gente ignorante y de poco criterio.

Ahora bien ¿Por qué entré a ver Amor a Primera Visa si no me agradó la porquería que hizo el señor Ybarra?

No es justificación pero fue una mezcla de los siguientes factores:

1. Está anunciada como: “Una película de Pitipol Ybarra” a lo que me cuestioné -¿Quién es ese idiota? Quién sabe, habrá que ver…- puesto que Pedro Pablo Ybarra fue el nombre con el que firmó su crédito en El Cielo En Tu Miada (jaja) y ni idea tenía que Pedro Pablo y Pitipol (¡Qué nombre tan más pendejo!) eran la misma persona.

2. También se promociona con la leyenda: “Del Productor de Nosotros Los Nobles” y enfatizo en las palabras: DEL PRODUCTOR puesto que al decir DEL PRODUCTOR, uno infiere automáticamente que se trata del más conocido, en caso concreto de Gary Alazraki. Sin embargo, en Amor a Primera Visa NO participó Gary Alazraki sino Leonardo Zimbrón, quien en un arranque de modestia se quiso hacer pasar como EL productor único de la exitosa Nosotros Los Nobles cuando lo más noble (qué ironía) debió de haber sido: “De uno de los Productores de Nosotros Los Nobles” puesto que hubo más de un solo productor para la película. Lo curioso del asunto es que el otro productor de Amor a Primera Visa es: Oscar Orlando Torres, que si seguimos la (i)lógica de Leonardo Zimbrón, cuando Orlando Torres saque una película del mismo género podrá incluir la frase: “Del Productor de Amor a Primera Visa” jajajaja. De Hollywood me espero estas jugarretas pero no del cine de México.

3. Jaime Camil… Es cierto que los primeros dos puntos son engañosos porque confunden al público, el caso de Jaime Camil es distinto. Realmente me interesé en ver la película por él.

4. La entrada a $16 pesos. Este fue el catalizador de los puntos anteriores que me convencieron de ver la peli. Definitivamente no iba a dar más de dos monedas de $10 pesos por verla así y como el cine baratero hasta es 100% digital, con salas tipo estadio y acumulo visitas, pues no tenía nada que perder.

Así que la única información que tenía a la mano era que se trataba de una comedia con Jaime Camil, nada más y nada menos que eso.

¿Amor a Primera Visa es divertida? Tendríamos que definir lo que es diversión en primer lugar y eso llevaría tiempo. Cambiemos la interrogante por: ¿Amor a Primera Visa es lógica? ¡Ah, eso suena mucho mejor! Pues no, no es lógica. Son una sarta de incoherencias y estereotipos ofensivos.

Hay algunas cosas rescatables pero en definitiva, esta es otra película de las denominadas Mexican Curious de las que tanto gozan los europeos o los estadounidenses pues realmente creen que así es México.

Sin comentarios...
Y de paso, como bien dice Carlos Bernal: “Los mexicanos somos reducidos a un mariachi que casualmente habla muy bien Inglés; Se llama Alejandro Fernández y canta como Luis Miguel, que para los gringos es lo más cercano a un cantante de ranchero”.

Por no decir que es lastimoso el ver cómo se retrata a los mariachis. Nuevamente, lo podría aceptar de una película extranjera pero no de una producción nacional.

No sin antes hacer también una caricatura ridícula de Pedro Infante con el personaje de ‘El Canicas’ (Omar Chaparro).

No me las estoy dando de nacionalista o defensor de las tradiciones pero que no mamen ¡Cómo hacen estas chingaderas los mismos mexicanos!

Jaime Camil está al borde del colapso tratando de hacer funcionar esta cinta mala desde el guión. Lo que parecía ser la salvación de la cinta (la interpretación musical de Camil) es de pena ajena. Al señor nunca lo había oído cantar pero tiene voz de pito, no tiene madera de cantante ranchero. Una completa deshonra para el traje de mariachi que trae puesto…

La historia es una simple excusa para rellenar con incongruencias el resto del metraje: Un mariachi: Alejandro Fernandez (Jaime Camil) preocupado por la educación de su pequeña (Renata Ybarra… ¿Alguien escuchó nepotismo?) desea que sus abuelos sean los encargados de cuidarla, el punto es que radican en Arizona y para llegar allá; necesita una Visa, misma que le es negada sin miramientos por la ¿secretaria, recepcionista? Uhmm… Burócrata Rachel (Laura Ramsey) que pronto será reubicada a la embajada Americana en Londres. Casualmente en su última semana en México, Rachel y Alejandro coinciden en una fiesta donde su grupo fue contratado para tocar. Alejandro la odia pero al verla borracha en una parada de camión se apiada de ella y la lleva a su casa (Pero esto ya lo veíamos venir ¿No?).

Al día siguiente inicia la típica una divertida comedia de enredos de las que ya estamos cansados de tanto ver en el cine donde Rachel “pierde” la computadora portátil de su jefe con documentos top secret y bla, bla ,bla. No obstante, todo se trata del plan maestro de Alejandro para conseguir una Visa, creyendo que si se hace amigo de ella y le demuestra que cumple con los requisitos migratorios, podrá obtener los tan amados papales que le permitirán llevar a su hija a Arizona.

Para esto, necesitará la colaboración de su inseparable amigo: El Canica (Omar Chaparro), a fin de hacer más larga la película, digo… a fin de hacer tonterías al por mayor para ganar tiempo y hacer que Alejandro quede bien ante la gringa, quien comenzará a sentir algo por Alejandro (¡A que nadie se lo imaginaba! ¡En tu cara Shakespeare! Jajaja).

Laura Ramsey, Aurora Papile, Renata Ybarra y Jaime Camil en
un evento presentando Amor a Primera Visa.
Todos los enredos terminan por volverse en contra del mariachi al momento en que la gringa descubre parte de las intenciones de Alejandro. Éste, tratará de reconquistar a la güera (que dicho sea de paso, sí está sabrosona. Contrario a las que he visto en la real  embajada, donde son güeras desabridas, de más de cuarenta y muy feas).

Ya no tiene caso continuar puesto que la última parte está sacada del manual de “divertida comedia de enredos” que nuevamente encontramos en infinidad de películas genéricas con todo y persecución ridícula en un aeropuerto. El extra son los infames playbacks que hacen en la cinta.

México resumido en una tostada y un pan dulce.

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