SÓLO SANGRONS: #55Muestra
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martes, 19 de noviembre de 2013

Reseña: Piedad (Pietà)

Título: Piedad
Título Original: Pietà
País: Corea del Sur
Año: 2012
Director: Kim Ki-duk
Reparto: Cho Min-soo (Mi-sun), Lee Jung-jin (Kang-do), Kang Eun-jin (Myeong-ja), Woo Gi-hong (Hun-cheol), Cho Jae-ryong (Tae-seung)
Duración: 104 minutos

Sinopsis: “Contratado por prestamistas, un hombre vive como usurero amenazando gente brutalmente para que paguen. Este hombre sin familia, continúa su despiadada forma de vivir pese a todo el dolor que ha causado a un sinnúmero de personas. Un día una mujer aparece asegurando ser su madre. Al inicio, él la rechaza, pero gradualmente la acepta en su vida. Cuando decide renunciar a su trabajo y vivir una vida decente, la mujer es secuestrada. Asumiendo que pudo haberlo hecho alguien a quien hirió en el pasado, empieza a rastrear a toda la gente que ha atormentado”.

De vez en cuando uno se encuentra con cintas perturbadoras, llenas de brutalidad. Y no hablo únicamente de la violencia física o verbal. No, me refiero al retorcido mundo mental de gente que francamente se encuentra muy lejos de la palabra, concepto o definición de ‘ser humano’.

El director Kim Ki-duk entrega un complejo y crítico ejercicio que estremece a más de uno.

La trama se desarrolla de una forma tan relajada (mostrando imágenes y situaciones sin juzagar, sólo eso… mostrando) que hasta bien avanzada la cinta, es cuando realmente comienza todo.

Cuando alguien se da el lujo de trabajar y crear un marco referencial como el que hace el director, es porque el cierre va a ser algo excepcional.

En este caso, vamos conociendo las actividades de Kang-do (Lee Jung-jin); un cobrador de préstamos sin escrúpulos que gusta de aterrorizar cruelmente de los deudores de su jefe a fin de cobrar los altos intereses de los mismos gracias a seguros médicos obtenidos por las mutilaciones de los sujetos… es así como vamos odiando y temiendo a este personaje al que increíblemente se le justifica su forma de ser cuando la trama da un giro muy singular.

Se nos dan a conocer los diversos traumas del personaje; el dolor de haber sido abandonado por su madre desde pequeño. Su frustración sexual… el que en realidad todo lo canaliza a través de la violencia.

Y entonces, el destino le devuelve a su madre. No es para menos el mencionar que la cinta da un tremendo giro. Tenemos a lo mejor de la cinematografía de Kim Ki-duk aquí.

Está presente la crítica social y la burla al modelo económico actual. No se toca el corazón al mostrar una sociedad devastada y devaluada por el capitalismo voraz.

Los recursos cinematográficos empleados se dividen en dos partes, semejante a la misma historia. La riqueza en la propuesta es el ya patentado estilo de Kim Ki-duk: Estremecedoras tomas que complementan el discurso social del director.

Y eso es lo grandioso del filme; una historia sobre un sujeto que se gana la vida mutilando a las personas para que le paguen a su jefe lo prestado pero al mismo tiempo se reflexiona sobre cuál es la razón de ser de estos mafiosos que cobran exorbitantes intereses… que los bancos no prestan dinero al sujeto común. Lo que en algún tiempo solían ser bancos propiedad de un país, ahora son empresas privadas que se manejan como quieren.

Esta realidad está presente en Corea del Sur y en México… son lujares distantes pero unidos entre sí. Es la globalización: miseria para todos, riqueza para unos cuántos.

Con Piedad (Pieta) Kim Ki-duk se muestra en buena forma.
Y dentro de esta vorágine de ideas, la redención del cobrador de préstamos al conocer a su madre… el mundo de este tipo da un giro inesperado, lo pone de cabeza. Incrédulo al principio de que el destino lo recompensase con la presencia de lo más anhelado, rechaza a la mujer para después someterla y por último, amarla y reformarse para encontrar la paz y la tranquilidad arrebatada hace muchos años sólo para encontrarse con que la aparente felicidad no son otra cosa que espejos y humo.

No puedes hacer sufrir a una persona indiferente ante el dolor… El castigador es castigado únicamente hasta que posee algo que perder y entonces está listo para recibir el sablazo final y arrebatarle todo lo que nunca tuvo. La destrucción total, venganza planeada, pago recibido.

Piedad es una cinta que muestra pero que también esconde, nos deja volar y luego nos derriba. Una gran obra que vale la pena analizar si es que se tiene suficiente estómago para algo de este calibre. Definitivamente no para un público general pero tampoco es prohibitivo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Reseña: Sólo Dios Perdona (Only God Forgives)

Título: Sólo Dios Perdona
Título Original: Only God Forgives
País: Francia, Estados Unidos, Dinamarca
Año: 2013
Director: Nicolas Winding Refn
Reparto: Ryan Gosling (Julian), Kristin Scott Thomas (Crystal), Vithaya Pansringarm (Chang), Rhatha Phongam (Maï), Gordon Brown (Gordon) y Tom Burke (Billy)
Duración: 90 minutos

Sinopsis: “Julian, fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo en Bangkok que funciona como fachada para cubrir su negocio de narcotráfico. Su madre, líder de una extensa red de crimen organizado, llega de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy, quien fue asesinado tras haber masacrado salvajemente a una joven prostituta. Alterada por la ira y la sed de venganza, exige las cabezas de los asesinos. Pero antes de cumplir con ello, Julian deberá enfrentarse a Chang, un misterioso policía jubilado que ha decidido azotar el corrupto mundo de los prostíbulos y clubs de peleas”.

¡Esta es una Señora película!

Realmente me quedé con muy buenas impresiones de Sólo Dios Perdona. Es una cinta poderosa que no le tiene miedo a mostrarse tal como es.

Para los blanditos, debo advertir que la cinta tiene una muy buena (y sabrosa) carga de violencia. Tal y como a su servidor le gusta. Fascinante trabajo de parte de Nicolas Winding Refn.

Lo primero que resalta es el meticuloso trabajo que hay detrás de cámaras; desde la planeación milimétrica de las tomas, hasta la iluminación que parece ser un personaje más en la cinta.

La atmósfera asemeja a un sueño/pesadilla francamente delirante…

Bangkok crimen, Bangkok venganza, Bangkok muerte, Bangkok justicia. Billy (Tom Burke) ha abusado sexualmente y asesinado a una joven de 16 años. No pasa mucho para que él pague con su vida este crimen. Crystal (Kristin Scott Thomas) la madre de este, viaja hasta allá para poder llevar el cuerpo de su hijo hasta Estados Unidos. Billy no pertenecía a cualquier familia. Su hermano Juian (Ryan Gosling) es un prófugo de la justicia americana que se ha establecido en Bangkok como traficante de drogas, guarda las apariencias como propietario de un club de box.

Julian no es más que una marioneta de su madre. Sin embargo, en su conciencia algo le dicta que debe expiar sus pecados pero en esa tormenta de ideas, es obligado por Crystal a vengar la muerte de su hermano dando con los responsables.

Antes, deberá enfrentarse a Chang (Vithaya Pansringarm); un peculiar hombre que no descansa un solo minuto intentando terminar con la injusticia cobrándose ojo por ojo y diente por diente.

Violentamente poética…

Luces de neón, prostitutas y madrazos.
Un verdadero agasajo visual al que únicamente le faltó que escurriera sangre por la pantalla, exactamente como pensé en la pasada Muestra Internacional de Cine con: El Romance y La Culpa (Koi No Tsumi, 2011, Shion Sono) que también recomiendo.

Los momentos altos de la cinta son aquellos en el que Kristin Scott Thomas aparece a cuadro y uno se sobresalta por la fuerza del personaje.

En el aspecto musical, no estoy muy seguro. La banda sonora se siente completamente ajena, no sé si fue intencional pero definitivamente es extraña.

Poéticamente violenta…

El director Nicolas Winding Refn y parte del elenco en la premiere de 'Only God Forgives' durante
el 66º Festival de Cine de Cannes. 22 de mayo de 2013.
Cuando me toca ver obras como esta, no es necesario escribir más. Me dejó sin palabras y es sin duda, una grata sorpresa de esta edición de la Muestra.

Sólo Dios Perdona pero esto… ¡Es el infierno!

domingo, 17 de noviembre de 2013

Reseña: Amor Índigo (L'Écume Des Jours)

Título: Amor Índigo
Título Original: L'Écume Des Jours
País: Francia
Año: 2013
Director: Michel Gondry
Reparto: Romain Duris (Colin), Audrey Tautou (Chloé), Gad Elmaleh (Chick), Omar Sy (Nicolas), Aïssa Maïga (Alise), Charlotte Lebon (Isis)
Duración: 125 minutos

Sinopsis: “La nueva película de Michel Gondry narra la romántica y mágica historia de Chloé, una mujer que sufre de una enfermedad poco común, causada por un lirio que crece en sus pulmones. Su enamorado, un ingenioso inventor llamado Colin (Romain Duris) hará hasta lo imposible por encontrar la cura. Basada en la obra maestra de Boris Vian, La espuma de los días L'écume des jours, publicada en 1946”.

Partiendo del punto de que al parecer fui al único que sí le gustó la película, permítanme entonces comenzar esta reseña.

Amor Índigo es un trabajo lleno de extravagancias, con niveles de melcocha elevados. Sí, es una cinta que va “increchendo” jajaja pero que cambia radicalmente al conducir a sus personajes en el difícil paso del humor a la tragedia.

Sin embargo, es un buen ejercicio sobre lo que es posible hacer en pantalla (y no necesariamente autos explotando o edificios que caen, ya saben… lo convencional en efectos especiales). Lo agridulce del relato probablemente es rechazado por los expertos de cine que, irónicamente, son los que están amargados jajaja.

Al ser su servidor una persona feliz, no entré con cara de crítico de cine como si uno le estuviera haciendo el favor a Michel Gondry de ver su película (muchos señores aburridos que leo sobre lo que dicen de cine, realmente creen que así es).

Resulta que para poder conectar con Amor Índigo, uno debe dejarse llevar. Y ya entonces, se inicia el viaje surrealista-cómico-mágico-musical-satírico directo al corazón de pollo del respetable.

Tenemos a Colin (Romain Duris); un exitoso hombre al que sólo le falta encontrar el amor, por lo que le presentan a Chloé (Audrey Tautou); chica de ensueño con la que iniciará un exótico flirteo que termina en unión matrimonial.

Una bella y maniática historia de amor adornada por excentricidades que nos adentra a un mundo hecho para disfrutarse con los sentidos.

Amor Índigo se divide claramente en dos partes: El del colorido y humorístico periodo de romance donde el director Michel Gondry hace y deshace a su antojo. A los amargados esto no les hace gracia pero a los entusiastas y creyentes del amor, nos encanta.

La segunda parte es la antítesis de lo visto: Después de que Chloé enferma, la cinta se carga hacia lo fatal. La alegría y el color se van apagando paulatinamente.

De la felicidad a "la más desgarradora historia de amor contemporáneo"
(Así dice la contraportada del libro)
Es aquí cuando se nota que el trabajo ya no se mantiene al mismo nivel que la primera parte. No se siente muy afortunado el cruce de la temática de amor-humor a muerte-tragedia pero ¿Saben algo? ¡Así va la historia de Boris Vian!

Gondry en su película, hace una exaltación a la felicidad… la felicidad de estar vivos aquí y ahora a pesar de nuestro paso transitorio y fugaz en este plano material. Esto es un madrazo de realidad que muy pocos comprenderán (pero no están obligados tampoco a entenderlo… todo a su debido tiempo). La cinta no es tampoco un tratado sobre el existencialismo, hasta eso, guarda mesura.

Y sí, acá en solosangrons.blogspot.com nos decepciona que la crítica especializada haya tratado muy mal a Amor Índigo cuando hay muchas cosas detrás de ella.

Tal es el caso de Chick (Gad Elmaleh), uno de los mejores amigo de Colin, en cuyo delirio y admiración por el afamado escritor-filósofo-estrella Jean-Sol Partre llega a tal nivel, que es capaz de echar por la borda la relación con su novia Alise (Aïssa Maïga). Gran crítica al mundillo intelectual.

Con decirles que este viajesote (porque hay escenas explícitas de drogadicción con libros jeje) a la Gondry no le apuesta a usar imágenes generadas por computadora (CGI) sino que se mantiene en la vieja escuela de efectos ópticos, efectos prácticos y stop-motion. Su único error aparente es la saturación de los mismos elementos visuales.

El amor... tan cerca de la locura.
Sinceramente, esta fue una gran cinta que indudablemente disfruté de principio a fin, me reí y sufrí… nada mal para una cinta que se basa en un libro en cuyas líneas se lee:

Caminaban siguiendo la primera acera que se les presentó. Una nubecilla rosa bajaba del aire y se acercaba a ellos.

–¡Allá voy! –propuso la nube.

–Ven –dijo Colin.

Y la nube los envolvió. En su interior hacía calor y olía a azúcar con canela.

El director Michel Gondry, Aissa Maiga, Romain Duris, Audrey Tautou y Gad Elmaleh en la
avant-premiere de "Amor Índigo" el 19 de abril de 2013 en Paris, Francia.
¿Cómo ven? Me despido parafraseando la letra de una canción: Amor Índigo ¡Pobres de los viejos y amargados… ellos no lo pueden entender!

sábado, 16 de noviembre de 2013

Reseña: La Casa de la Radio (La Maison de la Radio)

Título: La Casa de la Radio
Título Original: La Maison de la Radio
País: Francia, Japón
Año: 2012
Director: Nicolas Philibert
Reparto: Radio France
Duración: 103 minutos

Sinopsis: “La casa de la radio es una inmersión en el corazón de una de las estaciones radiofónicas más antiguas y prestigiosas de Europa, Radio France, con sede en París, Francia. Realizado en 6 seis meses, el documental presenta un retrato íntimo y emotivo de un día en la vida del icónico recinto circular que alberga a la icónica radiodifusora. De un amanecer a otro, Nicolas Philibert, nos lleva a través de los pasillos y al interior de las cabinas de locución, donde presentadores, periodistas e invitados interactúan con muy distintos públicos”.

Esta especie de documental o exploración radiofónica, es presentada en su totalidad por imágenes y sonidos. No hay narración ni historia central, simplemente es un ejercicio de mostrar un día común y corriente en la casa radiofónica de más importancia en Europa.

Las actividades diarias son mostradas ante la cámara; desde la grabación de una narración, la realización de un programa en vivo, grabando un concierto o ver cómo se arma un noticiero.

Complicado es reseñar sonidos… por lo que este escrito será breve.

El director Nicolas Philibert se muestra aséptico en el retrato de Radio France, no tiene un discurso contra o pro medios electrónicos llámese internet o televisión, tampoco hace una comparativa con medio tradicionales como periódicos y revistas… 100% Radio. Vamos, que ni muestra a los radioescuchas. No sabemos si son jóvenes o adultos, hombres o mujeres los que sintonizan la radio, mucho menos se nos indica si la radio se escucha más en casa o en el transporte. Eso fue lo más extraño de este trabajo, que el punto a tratar fuera la radio como el edificio en donde se transmite la señal y no propiamente como el medio de comunicación que es.

Hablando de Francia y radio... no se pierdan Top France:  con Antoine Saint-Michel, todos 
los sábados de 11 a 13h en HORIZONTE 107.9 FM (México)
En esa introspección radial, sobresale una escena en la que todo el ritmo de trabajo se detiene en la estación debido a ruidos de una construcción vecina. Irónico resulta que para trabajar con audio se necesita silencio… es hasta que se hace mutis que el sonido regresa.

Resulta curioso que esta película de la Muestra Internacional de Cine en la Cineteca Nacional, tenga como vecino al IMER (Instituto Mexicano de la Radio) que guardando las debidas distancias, sería el equivalente de Radio France (No sé, la verdad no escucho Radio France je). Acá en México nadie ha volteado a ver al IMER ni para hacer un cortometraje. En cambio, en Francia hasta le hicieron una película de festival…

Reseña: Érase Una Vez Yo, Verónica (Era Uma Vez Eu, Verônica)

Título: Érase Una Vez Yo, Verónica
Título Original: Era Uma Vez Eu, Verônica
País: Brasil, Francia
Año: 2012
Director: Marcelo Gomes
Reparto: Hermila Guedes (Verónica), W. J. Solha (Zé Maria), João Miguel (Gustavo), Renata Roberta (María), Inaê Veríssimo (Ciça)
Duración: 91 minutos

Sinopsis: “En Recife, una de las ciudades más violentas de Brasil, Verónica; una joven de 26 años, acaba de terminar la carrera de medicina. Tras la muerte de su madre cuando aún era una niña, José María, su anciano padre, y ella, viven solos en una casa llena de antiguos discos de vinil. Con una vida llena de incertidumbres afectivas y profesionales, un trabajo demandante y un padre que presiente su próxima muerte, Verónica deberá hacer frente al vendaval y buscarse a sí misma en medio de una ciudad que fluye a su alrededor”.

Me agradó la forma en la que el director nos va adentrando en la vida Verónica, la protagonista, como si tuviéramos acceso a su diario. Así, la atmósfera lograda es muy intimista, nos permite ver la transición de la mujer a un punto de madurez tanto profesional, social y familiar.

Esta nueva vida, permite a Verónica meditar sobre sus próximas decisiones con todos los cambios que estas conllevan. Muchas de estas situaciones de presión las desahoga mediante el sexo.

Al final, me quedo con la impresión de que Érase Una Vez Yo, Verónica, es un retrato fiel de la sociedad brasileña, todo un logro del director Marcelo Gomes quien ha realizado una obra que puede ser estudiada desde el punto de vista sociocultural. Habla de la madurez y de los sueños, de cómo éstos tienen que ajustarse a la realidad pero sin sacrificar la ilusión, de ser felices pero pagando el precio de alcanzar esa realización.

La música es el compañero perfecto de la cinta, que lejos de eclipsar o estar sujeto exclusivamente de lo que se ve en pantalla, aporta y enriquece.

La vida es algo que sucede mientras estamos ocupados haciendo planes...
Propiamente dicho, la película no tiene un inicio o un final aparente, pudo haber comenzado desde mucho antes y el futuro de Verónica tampoco está escrito por lo que tampoco se puede dar por hecho un final.

Es simplemente un viaje que hacemos en la vida de una chica brasileña de 26 años recientemente titulada de la carrera de medicina cuya vida sentimental se puede resumir en sexo ocasional y romances pasajeros. Radica en la ciudad de Recife; lugar que ha visto sus mejores años en el pasado y que se muestra decadente.

Verónica también está acompañada por su padre; un hombre enfermo que pasa su tiempo catalogando su colección de vinyles y evocando los viejos tiempos. También, (por caprichos de la edad posiblemente) gusta constantemente de pedirle a su hija que encuentre el amor…

Una cinta sobre la vida.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Reseña: De Tal Padre, Tal Hijo (Soshite Chichi Ni Naru)

Título: De Tal Padre, Tal Hijo
Título Original: Soshite Chichi Ni Naru (Like Father, Like Son)
País: Japón
Año: 2013
Director: Hirokazu Kore-eda
Reparto: Masaharu Fukuyama, Yōko Maki, Jun Kunimura, Machiko Ono, Kirin Kiki, Isao Natsuyagi, Lily Franky
Duración: 120 minutos

Sinopsis: “Ryoata, un arquitecto obsesionado por el éxito profesional y el dinero, forma con su joven esposa y su hijo de seis años una familia ideal. Todas las certezas de su vida perfecta se esfuman cuando del hospital donde nació su hijo le informan que dos bebés fueron cambiados al momento de nacer: el niño que crió no es el suyo, y su hijo biológico ha crecido en un ambiente más modesto. Ahora Ryoata debe tomar una decisión irrevocable”.

Muchas historias que sobresalen; son más por la forma de ser contadas que por el contenido de la misma. Este es el caso de De Tal Padre, Tal Hijo.

La cinta es cómicamente trágica… o trágicamente cómica al presentarnos a dos familias completamente opuestas cuya tranquilidad se ve interrumpida abruptamente al ser notificados por las autoridades de un lamentable error: Sus hijos no son realmente sus hijos; fueron intercambiados en el hospital al momento de nacer.

Esta estremecedora revelación pone de cabeza el mundo de Ryoata Nonomiya; un exitoso profesionista que también mide su éxito en base a su familia.

Podemos apreciar principalmente tres puntos de vista de este caso: El de Midori Nonomiya; Madre del pequeño Keita quien se siente culpable al no haber podido reconocer que el niño que lleva criando por seis años no es su hijo.

El señor Saiki; humilde y trabajador padre de familia, ve en esto una buena oportunidad para demandar al hospital pero al final descubriremos que es en realidad un hombre de buen corazón.

Por último; tenemos nuevamente a Ryoata Nonomiya, en quien evidentemente se centra el discurso del director Hirokazu Kore-eda sobre la paternidad.

¿Qué vuelve a un hombre en padre?

¿Dar su apellido? ¿Eyacular y fecundar un óvulo? ¿Criarlo?

Todo esto hace quedar a Ryoata en un shock pues su niño en efecto no comparte absolutamente ningún rasgo biológico con él y sin embargo ¡Keita es su hijo! Pero el que lleva su sangre es Ryusei Saiki y aún así, no tienen nada en común.

No todo puede ser comprado con dinero...
Las actuaciones son excelentes, le dan gran verosimilitud, esto le permite al espectador sentir empatía por los personajes y realmente mostrar interés por conocer el desenlace del relato que se divide en dos grandes actos: El dilema de si intercambiar o no a los hijos al tiempo que las dos familias; los Saiki y los Nonomiya  se van conociendo. Situación que además sirve de excusa para contrastar los dos niveles sociales de estas familias.

Ciertamente, el segundo acto pierde un poco la fuerza pero se recupera a la mitad gracias al talento de los actores y director.

En este punto uno ya no sabe a bien lo que va a suceder por lo que la cinta vuelve a crecer. Es más, yo creía que la conclusión iba a ser un final feliz, puesto que todo apuntaba a ello en una escena por demás mágica y conmovedora cuando parece ser que la familia de los Nonomiya habían alcanzado el equilibrio tan anhelado.

Inteligentemente el director Hirokazu Kore-eda cambia el rumbo (y nos hace sufrir por unos minutos más) y decide darle un final más agridulce.

Lily Franky, Shogen Whang, Yoko Maki, director Hirokazu Koreeda, Machiko Ono
Keita Ninomiya y Masaharu Fukuyama en la premiere de "De Tal Padre, Tal Hijo" en
el festival de cine de Cannes. 18 de mayo de 2013 en Cannes, Francia.
Sin duda, es un buen trabajo para analizar. Fuera de la realización cinematográfica, es a fin de cuentas una gran historia.

Por ahí leí que Steven Spielberg se emocionó mucho con esta película. Probablemente cambie el relato por la de una familia judía y otra alemana pro-nazi donde al final, todo resulte ser un plan malévolo de extraterrestres.

Reseña: La Postura del Hijo (Poziţia Copilului)

Título: La Postura del Hijo
Título Original: Poziţia Copilului
País: Rumanía
Año: 2013
Director: Calin Peter Netzer
Reparto: Bogdan Dumitrache (Barbu), Luminiţa Gheorghiu (Cornelia), Florin Zamfirescu (Aurelian Făgărăşanu), Natasa Raab (Olga Cerchez), Ilinca Goia (Carmen)
Duración: 112 minutos

Sinopsis: “Cuando una mujer se da cuenta de que su hijo provocó la muerte de un niño en un accidente de tránsito, será capaz de lo que sea con tal de evitarle la pena de ir a prisión. Apoyado principalmente en la interpretación de la actriz  Luminiţa Gheorghiu como la amorosa y sofocante madre protagonista, el cineasta Calin Peter Netzer aprovecha al máximo el realismo casi documental del actual cine rumano para mantener al espectador al filo de su butaca en este drama familiar con tintes de thriller”.

En La Postura del Hijo tenemos una película obscura y extrañamente cínica.

Todo gira alrededor de un trágico accidente automovilístico en el que Barbu (Bogdan Dumitrache) atropella a un niño que cruza descuidadamente una carretera. Cornelia (Luminiţa Gheorghiu) la madre; es una mujer muy especial que quiere controlar aún, todo lo relacionado con su ya adulto hijo.

Esta relación es la que iremos conociendo conforme avanza la cinta.

Les comento que me resultó fascinante esta película porque cada vez que me acordaba de ella; le encontraba otro enfoque completamente distinto. Al principio me quedé con la idea de drama y luego, de ironía.

El trabajo del director Calin Peter Netzer destaca por ese naturalismo plasmado en cada escena, hasta parece que estamos viendo un documental, un reportaje de algo que sí ocurrió. Paulatinamente se va construyendo una especie de antítesis maternal que por lo menos en el caso nacional donde la madre es lo más sagrado, sacudió a la audiencia en todas las escenas cuando Barbu le recrimina a Cornelia todo lo que le ha hecho y hasta se podía escuchar el pensamiento generalizado de: -¡Qué hijo tan malagradecido!-

A la madre...
Muy curioso que en Rumanía se muestre a la madre como un monstruo manipulador y acá en México se interprete como que el hijo es el grosero, el hijo desnaturalizado que no le importa saber nada de su sacrosanta madre que está haciendo hasta lo imposible para que no pise la cárcel.

Me acordé de una frase que supongo era para promocionar una obra de teatro: “Tener una madre así o… ser una madre así”.

Dana Lucretia Bunescu, Bogdan Dumitrache, Luminita Gheorghiu, Calin Peter Netzer, Ada Solomon,
Razvan Radulescu y Andrei Butica presentando 'Poziţia Copilului'
 (Child's Pose) En el 63
Festival Internacional de Cine de Berlín. 11 de febrero de 2013
Foto: Sean Gallup
Ya no agregaría más a esta reseña pues sólo describiría las escenas que me gustaron. Eso sí, la cinta es poderosa, con interpretaciones sobresalientes y diálogos muy exactos que a muchos llamarán la atención, al final cada quien interpretará las cosas según su forma de ser.

Imperdible la actuación de Luminiţa Gheorghiu como Cornelia. Suelta frases que te hace estremecer o reír. Gheorghiu es simplemente exquisita.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Reseña: Gloria

Título: Gloria
País: Chile, España
Año: 2012
Director: Sebastián Lelio
Reparto: Paulina García (Gloria), Sergio Hernández (Rodolfo), Diego Fontecilla (Pedro), Fabiola Zamora (Ana), Coca Guazzini (Luz), Hugo Moraga (Hugo), Alejandro Goic (Gabriel), Liliana García (Flavia), Antonia Santa María (María), Luz Jiménez (Nana), Marcial Tagle (Marcial)
Duración: 110 minutos

Sinopsis: “Gloria tiene 58 años pero aún se siente como una mujer joven. Para llenar el vacío de su vida diaria, por las noches busca el amor en fiestas para solteros que sólo la conducen a extraviarse en aventuras sin demasiado sentido. Este frágil equilibrio cambia cuando conoce a Rodolfo, un hombre de 65 años, recién separado. Inician una relación a la que ella se entrega sin importar el destino cruel que pueda ponerse en frente. Gloria deberá encontrar una nueva fuerza interna para darse cuenta de que la vida tiene muchos comienzos”.

Grata sorpresa la que tuve al ver esta película pues el comienzo está plagado de tropezones. Desde la primera toma se ve un trabajo descuidado, con la cámara toda temblorosa que sólo nos predispone a seguir buscando fallas jajaja.

Afortunadamente todo se olvida cuando Gloria (Paulina García) una mujer cercana a los 60 años se presenta con una fuerza y arrojo maravillosos.

La cinta hace gala de un dinamismo y una energía tal, que contagia al espectador.

Gloria es una mujer en toda la extensión de la palabra que busca pasarla bien, ya con hijos adultos y separada de su esposo; se divierte yendo a bailar en las noches en fiestas de solteros, toma clases de yoga, risoterapia, va a la playa… es una persona que simplemente no se deja vencer por la adversidad sentimental que atraviesa.

En una de sus salidas, conoce a Rodolfo (Sergio Hernández) con quien logra una conexión especial y comienzan a salir. El carácter de esta pareja es opuesta ya que mientras Gloria se muestra más independiente y abierta a lo nuevo; Rodolfo no puede quitarse la responsabilidad de seguir manteniendo económicamente a sus hijas y estar siempre al pendiente de lo que necesiten.

Simpática y llena de vitalidad
Difícil saber si esta nueva oportunidad de romance prospere. Sin embargo, Gloria enfrenta todo con la mirada arriba y una sonrisa en su rostro.

Me gustó el tono relajado en el que se mantiene la cinta pues fácilmente se va hacia el drama o la reflexión pero vuelve a esa especie de celebración a la vida.

Casi todo lo dramático es contrastado por humor. Algunos diálogos son muy críticos y aportan muchísimo a la atmósfera que construye Sebastián Lelio quien hasta hace un cameo.

No estoy muy al tanto de lo que ocurre en Chile, pero constantemente llegan buenas noticias.

Pablo Larrain, Sergio Hendandez, Paulina Garcia, el director Sebastian Lelio, Juan de Dios Larrain Matte y
Gonzalo Maza en la edición 63 del Festival Internacional de Cine de Berlín.
10 de febrero de 2013, Berlín, Alemania.
Así que ahí está Gloria; una cinta que no se preocupa por lo técnico sino que le apuesta a lo narrativo, desean contarnos algo y lo logran muy bien. La empatía con los personajes es estupenda pues la historia es universal.

Si tienen la oportunidad de verla ¡Háganlo! y de paso, si tienen la fortuna de conservar aún a su mamá; llévenla al cine. Contágiense de energía.