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lunes, 26 de noviembre de 2018

Operación Overlord (Overlord: The IMAX Experience)

Título: Operación Overlord
Título Original: Overlord: The IMAX Experience
País: Estados Unidos
Año: 2018
Director: Julius Avery
Reparto: Jovan Adepo, Wyatt Russell, Mathilde Ollivier, Pilou Asbæk, John Magaro, Iain De Caestecker, Dominic Applewhite, Gianny Taufer
Duración: 110 minutos

Sinopsis: “Esta cinta cuenta la historia de un grupo de soldados estadounidenses que durante la Segunda Guerra Mundial, mientras intentan cumplir una misión en campo enemigo, descubren un extraño laboratorio en el que se realizan experimentos con humanos para hacerlos parte de un ejército de súper soldados”.

Ficha Realmente Técnica: Operación Overlord, Dolby® Atmos™ y IMAX DMR (Digital Re-mastering) sin escenas filmadas con cámaras IMAX. Aspect Ratio 2.39 : 1 (Altamente Panorámica).

Bien pudo haber sido una película original de Netflix pero aún en 2018 se acostumbra el ritual arcaico de ir al cine.

Desde que fui a ver la muy imaginativa, poco crítica y endulcorada historia de Freddy Mercury en Bohemian Raphsody. Me quedé enganchado con dos avances de pelis que exhibirían en salas IMAX: El Primer Hombre en la Luna (Con escasos 8 minutos de escenas IMAX) y la peli de la que hablaremos en esta ocasión: Operación Overlord (Que tontamente estuve refiriéndome a ella todo el tiempo como Operación Overload jaja Siendo que Overlord era el nombre clave para referirse al ataque de Normandía).

Desafortunadamente fui víctima de la mercadotecnia y creí que valdría la pena ir ver Overlord en una sala IMAX. Además, con la mala costumbre de Cinépolis de andar poniendo películas dobladas al español tuve que ir al sur de la Ciudad de México para encontrar funciones en su idioma original.

La proyección en IMAX fue la cosa más equis (sin chiste) del mundo y sólo me dí la vuelta en vano a Perisur (Vivo por Insurgentes norte!!) a que ya no me diera tiempo de llegar a la pensión y me fuera a dormir a casa de mi padre jajaja.

Afortunadamente, la cinta sí fue de mi agrado. Probablemente esperaba algo más de horror y con extra zombies (lo que prometía el avance) Sin embargo, la temática es más de acción y suspenso ¡Vaya que lo lograron!

Además, en mi intento de ser un puerco diabético del PrevenIMSS pasé a la dulcería (o saladería) por mi dotación de palomitas, nachos y mi vaso de té con agua azucarada. Cosa que combinó perfecto con el mood de toda la película. Ya saben cómo es la familia Ramírez dueña de Cinépolis que preocupados por la salud de sus clientes siempre te ofrecen por $5 pesos cambiar tu combo por uno con más sal o un vaso con más agua con azúcar o los nachitos con extra de glutamato monosódico para la tensión arterial. ¡Dios bendiga a la familia Ramírez!

La historia, sencilla pero contundente y demasiado entretenida tiene como contexto ni más ni menos que a La Segunda Guerra Mundial en la proximidad del Día “D” A mediados de 1944.

Peladito y a la boca nos plantean una misión que consiste en el ataque sistemático de posiciones estratégicas del enemigo (Los Nazis) para lograr con éxito el desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía.

Dándole la vuelta a la tortilla... Una cinta cumplidora como hace tiempo nos debían.
Photo by Photo credit: Peter Mountain - © 2018 Paramount Pictures. All Rights Reserved.
Una de esas tantas misiones para la destrucción de bases Nazis, es desarticular una torre radio transmisora en Francia. Misión de la que forman parte un grupo de militares paracaidistas: Boyce (Jovan Adepo) noble, sencillo pero nervioso y novato soldado; Rosenfeld (Dominic Applewhite) Amigo de Boyce; Chase (Iain De Caestecker) un fotógrafo algo impertinente; Tibbet (John Magaro) un soldado engreído y Ford (Wyatt Russell) el muchacho chicho de la película no gacha (Es decir, el líder de la misión).

Dicha tarea se vuelve más difícil de lo que se imaginan ya que ni bien sobrevuelan la zona; son recibidos por artillería pesada viéndose forzados a lanzarse desde las aeronaves sin imaginar los innumerables peligros que enfrentarán.

Sorteando un sin fin de situaciones tensas, el grupo logra reunirse para ejecutar el plan de destruir la torre de transmisiones ahora convertida en un búnker. No obstante, contarán con la inesperada ayuda de una chica local: Chloe (Mathilde Ollivier) para infiltrarse en la pequeña población.

Lo que en un principio era un plan táctico militar, se convierte inesperadamente en toda una odisea sobrenatural llena de acción y misterio. Parece que el soldado Boyce es el único que puede poner fin a toda una locura fuera de toda comprensión humana pero ¿Lo logrará? ¿Cómo salir avante en un lugar extraño con gente que resucita? ¿Qué otro tipo de actividades ocurren debajo del búnker con experimentos tétricos en el que personas comunes adquieren fuerza sobrehumana y un instinto asesino insaciable? ¿Es una pesadilla o es real? ¡Chan, chan, chan, chaaaaan!

De Cine Bélico a cine de suspenso y acción
Photo by Photo credit: Peter Mountain - © 2018 Paramount Pictures. All Rights Reserved.
Francamente la peli se siente muy fresca, cobra realismo desde su gran secuencia inicial (La mostrada en los adelantos de IMAX) Hace años que no había visto un arranque tan bueno. Me encantó que prácticamente la cinta es 100% del género bélico durante toda la primera mitad y me recordó muchísimo a Bastardos Sin Gloria (Inglourious Basterds, Quentin Tarantino, 2009) ya que todas las escenas son brutalmente violentas y sangrientas (¡Es la guerra, perras!) En una época llena de jotos asustadizos y ofendidos es un verdadero respiro el que llegue una cinta con espíritu de los 80’s o 90’s que tanto nos emocionaban de chamacos de la ondita de cine permanencia voluntaria del Canal 5 y sus maratones de pelis serie B.

Se toman muy en serio el desarrollo de la historia. Les comentaba que realmente Overlord entra en la categoría de cine bélico… la supervivencia en territorio hostil, las redadas enemigas y la estrategia, los peligros de los campos minados o el control de territorios ocupados por la SS y es ya hasta el punto de jugar con la imaginación de qué pasaría si de pronto te encontraras inmerso en una situación completamente distinta a la esperada. El cambio de enfoque de lo bélico al suspenso se siente bien. Teniendo en consideración la vuelta de tuerca a la trama, es probable que se dejen de lado algunos problemillas del guión como el que nunca hacemos demasiada conexión con los personajes (falta mucha carnita en el desarrollo de los mismos). Leí en alguna crítica, la queja de que no se detalla cómo fue que empezaron los experimentos que dieron como resultado una especie de zombies (yo los clasificaría como los no muertos ya que es más exacta la definición) y podría ser razonable la molestia pero en lo particular, eso de que te den explicaciones como niño de primaria de tooodo lo que pasa en pantalla mata precísamente el espíritu de la cinta ¿Alguien dijo Alien o Depredador? por citar un par de ejemplos donde no necesitamos saber mayor cosa que gozar con la acción.

Iain De Caestecker, Wyatt Russell, Julius Avery, Pilou Asbæk, John Magaro, Dominic Applewhite, Jovan Adepo y Mathilde Ollivier durante la presentación de la cinta en el Fantastic Fest - 22 de sptiembre de 2018.
Photo by Rick Kern - © 2018 Getty Images
Es así que concluímos con la opinión de Operación Overlord: Una película entretenida, muy bien realizada y 100% para divertirse. Mi experiencia como asistente al cine fue decepcionante ya que en la función IMAX no ofrece absolutamente nada. Mejor la hubiera visto en 4DX y ya no me cerraban la pensión jaja.

La historia me deja con un agradable sabor de boca, creí que la había dirigido J.J. Abrahams e iba a comentar que al fin había visto un trabajo decente del Señor Abrahams pero no. El placer de dirigir esta fresquisima cinta fue de Julius Avery ya que por el pésimo desempeño de la ¿Franquicia? o concepto de Cloverfield; de comentó que mejor se decidió desarrollarla a parte de esa onda rara que nada más no convence. A pesar de que el mismísimo J.J. Abrahams declaró que no era cierto este último rumor que conectaba Overlord con Cloverfield (¡Gracias a Jebús!). Hubiera agradecido un poco más de escenas con Chloe (Mathilde Ollivier) ya que sí le roba pantalla al negrito (Boyce) y claramente su historia es más interesante (Tiene muy buenos momentos que te mantienen al filo de la butaca). Vuelvo a recalcar que sí logró mantenerme atento y cumplió con escenas de acción, buenas peleas y suspenso. No se pierdan Operación Overlord si andan aburridos y no saben qué ver...

sábado, 24 de noviembre de 2018

El Primer Hombre en la Luna (First Man: The IMAX Experience)

Título: El Primer Hombre en la Luna
Título Original: First Man: The IMAX Experience
País: Estados Unidos
Año: 2018
Director: Damien Chazelle
Reparto: Ryan Gosling, Claire Foy, Jason Clarke, Corey Stole
Duración: 141 minutos

Sinopsis: “La intrigante historia de la misión de la NASA para aterrizar a un hombre en la luna, centrándose en Neil Armstrong y los años 1961-1969. Un intenso relato contado en primera persona, basado en el libro de James R. Hansen. La película explorará los sacrificios y el costo de Armstrong y la Nación de una de las misiones más peligrosas de la historia”.

Ficha Realmente Técnica: El Primer Hombre en la Luna, Dolby® Atmos™ y IMAX DMR (Digital Re-mastering) con escenas filmadas utilizando cámaras IMAX. Aspect Ratio 2.39 : 1 (Altamente Panorámica) combinada con 1.90 : 1 en el cambio de formato. Primera cinta en la historia de Universal Studios en ser parcialmente filmada con cámaras IMAX 70mm. 8 minutos de escenas IMAX.

Preciosismo en su máximo esplendor.

¡Contemplad, contemplad a vuestro Damien Chazelle!

¿Cómo llevas a la pantalla uno de los temas más manoseados de siempre y terminas triunfante?

La abrumadora serie de HBO: From The Earth to the Moon ya nos contó todo en 1998 por lo que sería necesario ofrecer algo diferente 20 años después ya no del suceso original sino de los propios viajes espaciales como la obra maestra del espacio: Interestelar (Interstellar, Christopher Nolan, 2014) únicamente detrás (¿O podrían estar a la par?) de 2001: Odisea en el Espacio (2001: A Space Odyssey, Stanley Kubrick, 1968).

El gran acierto de Damien Chazelle es la decisión de mostrarnos todo desde un punto de vista introspectivo sobre un suceso real. No ciencia ficción como las dos obras mencionadas con anterioridad.

El resultado final es una cinta sobria cuyo metraje supera las más de dos horas y aun así, no llega a sentirse pesada, fuera de lugar o tediosa. Demasiadas cosas pudieron salir mal pero afortunadamente no fue el caso, en gran medida por el excelente trabajo de Ryan Gosling.

Sería ridículo que continuara con la trillada línea de: ¿De qué va la historia? Pero es verdad… ¿De qué va la historia?

Básicamente nos muestran el entorno personal de Neil Armstrong desde el inicio de su verdadera odisea en la NASA. Su esposa, hijos, vecinos y compañeros de trabajo casi durante una década: Desde 1961 a 1969. Pero ¿Quién fue Neil Armstrong? ¿Un piloto temerario? ¿Un padre de familia ejemplar? ¿Un ídolo de las masas? ¿El primer hombre en pisar la luna? Sí… fue todo lo mencionado y lo más fácil para Chazelle era hacer una biopic de fórmula gastada que afortunadamente queda descartada en el momento de tomar como referencia bibliográfica el libro de James R. Hansen con lo que es prácticamente seguro que veremos demasiados hechos verídicos y pocas licencias fantasiosas como Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury (Bohemian Rhapsody Bryan Singer, 2018) otra biopic con la que comparte cartelera.

Es entonces, que la historia por todos conocida; da un cambio radical en su presentación. Ya que es a través de esos hechos verídicos de la biografía de Armstrong que descubrimos a EL hombre. Sin ningún filtro y ese es el extra que nos trae Damien Chazelle.

Ryan Gosling... el hombre perfecto
Photo by Daniel McFadden - © 2018 Universal Studios and Storyteller Distribution Co. LLC
El alunizaje del hombre. No del héroe, no del valiente, no del piloto-ingeniero perfecto… del hombre, con sus defectos, sus miedos, sus complejos, su tristeza y su soledad. Una soledad inconmensurable como el propio Universo. Del cual únicamente se ha explorado el satélite lunar.

Se agradece en estos tiempos el que alguien tuviera los pantalones suficientes como para contar una historia de forma diferente. Chazelle es una especie de arquitecto funcionalista y no churrigueresco como acostumbra Hollywood y su exceso de todo.

No me gusta sobrepensar o sobreanalizar las cintas ya que muchas veces se cae en el lugar común de adjudicarle contenidos filosóficos a algo que claramente no los tiene. La cinta para decirlo de forma sencilla, me deja con la impresión de ser elegantemente sobria y funcional.

Vamos, que hasta el clímax de la cinta, propiamente el alunizaje, es sobrecogedor. ¡Sí! Se llegó a la luna pero… ¿A costo de qué?

Cambiando al tema propiamente de la filmación y su proyección en cines (Asistí a una sala IMAX) me sentí extraño en toda la función. Ciertamente, las tomas, los encuadres y los acercamientos a los actores a mi gusto, resultaron algo excesivos. Tenemos rostros casi embarrados en la lente, el movimiento brusco de la cámara (Efecto que muchos críticos han bautizado en el tiempo como “la camára borracha”) y el grano hinchado de los fotogramas hacen que la experiencia se sienta muchas ocasiones como si algo faltara… O tal vez estoy loco y Chazelle es la puta hostia, tío y nos obliga a sentirnos melancólicos durante toda la cinta.

Preciosismo en su máximo esplendor
Photo by Universal Pictures and DreamWork - © 2018 Universal Studios and Storyteller Distribution Co. LLC
Lo que no es elucubración mía es que visualmente también hay una propuesta interesante: El rodaje en 3 formatos diferentes: Desde el 16 mm, hasta los 70 mm IMAX, pasando por el estándar de 35mm. Que es muy evidente precisamente por la granulidad de la celda. El hinchar el fotograma de 16mm (el formato más pequeño) hasta los 70 mm del IMAX es complemento a la narrativa del director. Narrativa que finaliza hasta el alunizaje del Apolo 11 en donde nuevamente nos sacan del confort y sin abusar de las facilidades tecnológicas para glorificar el suceso. Nos estremecen con 8 minutos de glorioso IMAX pero dejando de lado lo épico por lo nostálgico. Contemplamos el sentir y el pesar del protagonista… la luna conquistada y la lejanía del hogar.

El Primer Hombre en la Luna es un gran trabajo cinematográfico. A la inmensa mayoría no le agradará porque está en otra órbita. Damien Chazelle hizo una pequeña gran obra.

Toma uno de los eventos más colosales en la historia de la humanidad y lo somete a la mínima expresión. Sabiendo precisamente que cualquier cosa que nos pueda contar ya se ha contado, simplemente que él la cuenta desde lo profundo del ser.

El guion muy bien refinado para tan abrumadora historia. La música igual de estremecedora y Ryan Gosling (el hombre perfecto) como un excelente medio para transitar en esta obra a ratos gloriosa y brillante, en otros sencilla y nebulosa.

Jason Clark, Olivia Hamilton, Damien Chazelle, Ryan Gosling y Claire Foy durante la premiere en el Festival de Cine de Venecia. 29 de agosto, 2018.
Vale la pena verla para salir de lo mismo de siempre. Creo que el peligro que corre es que sea olvidada en el futuro próximo. Y no se me hace raro, nosotros mismos hemos olvidado que alguna vez el hombre llegó a la luna. ¿Julio Verne, Stanley Kubrick, Neil Armstrong? No estoy seguro sobre quién llegó primero.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Bohemian Rhapsody, La Historia de Freddie Mercury (Bohemian Rhapsody The IMAX Experience)

Título: Bohemian Rhapsody, La Historia de Freddie Mercury
Título Original: Bohemian Rhapsody: The IMAX Experience
País: Estados Unidos
Año: 2018
Director: Bryan Singer
Reparto: Rami Malek, Lucy Boynton, Gwilym Lee, Ben Hardy, Joseph Mazzello, Aidan Gillen, Allen Leech, Mike Myers, Tom Hollander
Duración: 134 minutos

Sinopsis: “Bohemian Rhapsody, La (supuesta) historia de Freddie Mercury” es una celebración trepidante de Queen, su música y su extraordinario cantante principal Freddie Mercury, quien desafió estereotipos y destruyó convenciones para convertirse en uno de los artistas más queridos del mundo. La película sigue el ascenso meteórico de la banda a través de sus canciones icónicas y su sonido revolucionario, de su inminente implosión una vez que el estilo de vida de Mercury se sale de control, y de su reunión triunfante en vísperas de Live Aid, donde Mercury, quien enfrentaba una enfermedad terminal, lidera la banda en una de las presentaciones más grandiosas en la historia de la música rock. Y, en el proceso, la consolidación del legado de una banda que siempre fue más como una familia, y que continúa inspirando a marginados, soñadores y melómanos hasta la fecha”.

Ficha Realmente Técnica: Bohemian Rhapsody, La Historia de Freddie Mercury, Dolby® Atmos™ y IMAX DMR (Digital Re-mastering) sin escenas filmadas con cámaras IMAX. Aspect Ratio 2.39 : 1 (Altamente Panorámica).

Bryan Singer no es ni de broma un aliciente para ver Bohemian Rhapsody, La (supuesta) Historia de Freddie Mercury…

Como un buen maniaco del cine, muchas veces nos fijamos en los productores o guionistas antes de ver actores o directores ya que al pasar los años descubres que el mismo productor ha estado en las películas que te han dejado un buen sabor de boca o que el guión corrió a cargo del mismo tipo cuyas cintas están en tu lista de favoritos.

Así pues, mi decisión para ir al cine (Una verdadera locura en tiempos de Netflix) fue ver el nombre de Anthony McCarten en los créditos como escritor. Ya con las referencias a su trabajo en La Teoría Del Todo (The Theory of Everything, James Marsh, 2014) y Las Horas Más Oscuras (Darkest Hour, Joe Wright, 2017) lo único que restaba era esperar a ver qué tantos errores cometía Bryan Singer o la metida de pata de algún productor con ideas “geniales” (Viene a mi mente el nombre de Avi Arad. Un pendejo productor que insiste en echar a perder todas y cada una de las películas de El Hombre Araña y recientemente, esa cosa llamada Venom que yo nominaría a los Premios de la Academia Oscar® como mejor comedia del año si existiera la categoría).

El siguiente punto a considerar era justificar ver el espectáculo en una pantalla IMAX. Cabe mencionar que en la filmación de la película no se utilizó ninguna cámara IMAX por lo que alguna escena o toma en ese formato se descarta.

Al ser una presentación especial de IMAX únicamente se mejoró el audio e imagen y no hubo alguna otra cosa especial tal como un open frame a 1.90 : 1 en alguna escena por lo que la totalidad del film se visualiza en el formato panorámico de 2.39 : 1 dando a entender que lo espectacular de entrar a alguna sala IMAX era el sonido ¡Y vaya que lo fue!

Probablemente la joya en Bohemian Rhapsody, La (supuesta) Historia de Freddie Mercury es la música. Tal parece que trabajaron con algún master proporcionado por Queen ya que no tengo palabras para describir la emoción de escuchar a la banda en glorioso sistema de audio IMAX siendo la secuencia final, el climax de la cinta donde realmente sientes que estás en el estadio Wembley.

Más adelante retomaré algunas impresiones más sobre los recursos técnicos pero hablemos realmente de lo importante: ¡La historia!

Claro, la historia debía ser lo más importante en Bohemian Rhapsody ya que para el caso mejor hubieran estrenado algún concierto remasterizado en audio y video de la verdadera banda… que de hecho lo hicieron cuando se proyectó hace tiempo en cines: Queen Rock Montreal (La presentación completa del grupo en el Live Aid con sonido DTS 5.1 y en alta definición, también disponible en Blu-ray) y si mi memoria no falla, hicieron lo mismo con el concierto: Queen on Fire - Live at the Bowl.

No es la primera vez que vemos a Queen en pantalla grande
Desde los créditos iniciales con la fanfarria de la 20th Century Fox a la Queen todo promete para bien. Luego, vemos una remembranza del mítico show que diera la banda en el Live Aid desde el backstage y damos un salto al pasado… pero no tanto.

Aquí es donde, desde los primeros minutos ya no me empezaron a cuadrar las cosas ¿Es Bohemian Rhapsody, la historia de Freddie Mercury? Tal y como menciona el título de la cinta o ¿Únicamente es Bohemian Rhapsody, La Supuesta Historia de Freddie Mercury? ¿Cómo borras más de 20 años de la vida de alguien de un chingadazo? ¿Alguien se enteró de cómo se adentró el pequeño Farrokh Bulsara alias Freddie Mercury al mundo de la música? ¿Sabrán que estuvo en una escuela privada donde demostró grandes aptitudes musicales? ¿Que estuvo en otras bandas y que los propios Brian May y Roger Taylor le rogaban a Freddie para que se uniera a su grupo? ¿Que probablemente de no haber tenido éxito en la música (muy difícil de considerar pero posible) hubiera triunfado como diseñador? Digo, es la supuesta vida de Freddie Mercury.

Nada de lo anteriormente mencionado se muestra en la cinta, si acaso un homenaje no intencional a Fiebre de Sábado por la Noche (Saturday Night Fever, John Badham, 1977) con un Freddie rebelde a la Tony Manero (John Travolta) que en las noches se convierte en una estrella no de la pista de baile pero sí de los escenarios.

Y es que la cinta se cae a pedazos cada minuto… siendo rescatada por los montajes musicales y las escasas menciones al trabajo de la banda y su proceso creativo. Ya saben, el espectador tiene la culpa por estar acostumbrado a ver documentales bien hechos.

Probablemente la intención de la cinta no es contarnos la vida de Freddie Mercury ni de la banda en sí porque nunca nos muestran la forma en que componía Queen. De hecho es hasta más de la mitad de la cinta que nos dan una embarrada informativa de que todos y cada uno de los integrantes del grupo componían. Llegando al punto en que prácticamente todos habían escrito un hit mundial.

Tal vez la cinta nos va a contar sobre las sesiones de grabación del álbum A Night at the Opera y cómo Queen sale triunfante y volviéndose unas súper estrellas… ¡Bingo! Es cuando parece que la brújula loca de las personas detrás de la peli se vuelve a orientar después de andar de un lado a otro pero vuelve a caer el ritmo de la película probablemente por miedo a ser críticos. Todo es color de rosa, Brian May, Roger Taylor y John Deacon son meros adornos (y seres perfectos por lo mostrado en la cinta).

Es esta montaña rusa de secuencias emocionantes e historia innocua en la que todo el peso cae en Mercury pero del que tampoco nos dan demasiados detalles, por lo que uno prefiere decir basta y opta por desconectarse de lo mostrado en la pantalla (con terribles errores hasta cronológicos…) esperando únicamente la recompensa, el dulce, la golosina del montaje musical para decir entre palomitas y nachos: -¿Verdad que sí se parece el Rami Malek al Freddie?-

Rami Malek como Freddie Mercury
© TM & © 2018 Twentieth Century Fox Film Corporation.  All Rights Reserved
Estaba seguro que la cinta no apelaba al morbo de la sexualidad de Mercury pero en esta época de que si la mosca se paró en tu cabeza es porque seguramente te quería acosar porque es un insecto del patriarcado opresor. Realmente esperaba alguna escena inteligente sobre la comunidad gay. ¿Qué pensaba Freddie de la homosexualidad? ¿Era un homosexual homofóbico? ¿Le aterraba la idea de ser gay? ¿Por qué se muestra que Freddie es el único que vive en exceso y se enfiesta? ¿Todos los demás eran unos santos? Hay demasiadas ideas dispersas pero sin aterrizar.

Sin embargo, no todo está perdido. Ya casi encaminados al final, nos muestran a un Mercury solo, no solitario, solo. Se muestra contemplativo, como si de un huracán se tratase y el estuviera en el ojo del huracán en relativa calma. Únicamente para descubrir que ha adquirido el VIH.

Con algunas licencias en la historia que a estas alturas sabemos que es mucha ficción y pocos hechos verídicos es que nos hacen creer que en los 80’s la banda estuvo separada por aaaaños y se reencontraron para actuar en el Live Aid de 1984 ¿¡WTF!? Siendo que en 1980 sacaron dos discos: The Game y el soundtrack de la película de Flash Gordon. En 1982 un álbum: Hot Space, lo mismo que en 1984 con la publicación de The Works. Disco del cual se desprende el sencillo I Want To Break Free cuyo video fue grabado entre marzo y mayo de 1984 y la presentación en el Live Aid fue el 13 de julio.

Como dato de trivia los discos solistas a los que hacen referencia en la peli son: Mr. Bad Guy (1985) y Barcelona (1988).

Luego entonces, Bohemian Rhapsody, La (supuesta) Historia de Freddie Mercury no es propiamente la vida de Mercury ya que se nos presenta desde su etapa adulta (tenía 24 años cuando se integró a la banda Smile), ni sobre discriminación, ni de la comunidad gay, ni de los enfermos de VIH-SIDA y tal parece que ¡Ni de la banda Queen! Jajajaja.

Contenido que sí se ofreció en otras biopics como: Ray (Taylor Hackford, 2004) la vida de Ray Charles, Milk (Gus Van Sant, 2008) sobre Harvey Milk o Dallas Buyers Club (Jean-Marc Vallée, 2013) por citar algunos ejemplos (Lo sé, las comparaciones son odiosas pero miren con qué ligereza se muestra absolutamente todo en Bohemian Rhapsody).

Es así que llegamos al final de la cinta, el momento en el que al fin descubrimos de qué se trató todo el asunto. Eran únicamente los esbozos de la memoria de Mercury sobre su vida antes de subir al escenario del estadio Wembley.

La secuencia final: ¡Espectacular!
© TM & © 2018 Twentieth Century Fox Film Corporation.  All Rights Reserved
Y es donde la cinta llega a emocionar, ya que presenciamos todo el cúmulo de experiencias mostradas con anterioridad para explotar en el clímax (jajaja qué frase tan gráfica) que es donde todos cantamos, aplaudimos, reímos y algunos hasta lagrimean.

Las tomas imposibles, la recreación del momento, el sonido espectacular… Sí se parecía el wey ese al Freddie, tal vez más chaparro y sin tanto vello.

Llevé a mi papá a verla al IMAX falso de Buenavista donde disfrutamos enormemente la cinta ya que estábamos metidos en la onda de ver qué tan bien recreaban todo. Así como súper fans de la banda. Preguntándonos cómo demonios le hicieron para filmar toda la secuencia del concierto del Live Aid. Reímos y cantamos, pasamos un buen momento.

Al final, la gente en la sala aplaudió.

Ese es el valor de Bohemian Rhapsody; una perfecta representación de todo cual copy paste del material original con un sonidazo espectacular. No pidan mucho por la historia, la culpa la tenemos nosotros por estar acostumbrados a ver documentales bien hechos.

¿Bohemian Rhapsody es mala? No ¿Entonces es muy buena? Tampoco...

Joseph Mazzello, Roger Taylor, Brian May, Rami Malek, Gwilym Lee y Ben Hardy (No en orden)
Photo by Stuart C. Wilson - © 2018 Getty Images
Disfruten del espectáculo, Mercury era un verdadero Showman y al menos eso sí está perfectamente llevado a la pantalla. ¿La vería de nuevo? No, la verdad prefiero poner el Blu-ray de Queen Rock Montreal en alta definición y sonido DTS 5.1

Compren palomitas y refrescos.