Título: De Tal Padre, Tal Hijo
Título Original: Soshite Chichi Ni Naru (Like Father, Like Son)
País: Japón
Año: 2013
Director: Hirokazu Kore-eda
Reparto: Masaharu Fukuyama, Yōko Maki, Jun
Kunimura, Machiko Ono, Kirin Kiki, Isao Natsuyagi, Lily Franky
Duración: 120 minutos
Sinopsis: “Ryoata,
un arquitecto obsesionado por el éxito profesional y el dinero, forma con su
joven esposa y su hijo de seis años una familia ideal. Todas las certezas de su
vida perfecta se esfuman cuando del hospital donde nació su hijo le informan
que dos bebés fueron cambiados al momento de nacer: el niño que crió no es el
suyo, y su hijo biológico ha crecido en un ambiente más modesto. Ahora Ryoata
debe tomar una decisión irrevocable”.
Muchas
historias que sobresalen; son más por la forma de ser contadas que por el
contenido de la misma. Este es el caso de De
Tal Padre, Tal Hijo.
La
cinta es cómicamente trágica… o trágicamente cómica al presentarnos a dos
familias completamente opuestas cuya tranquilidad se ve interrumpida
abruptamente al ser notificados por las autoridades de un lamentable error: Sus
hijos no son realmente sus hijos; fueron intercambiados en el hospital al
momento de nacer.
Esta
estremecedora revelación pone de cabeza el mundo de Ryoata Nonomiya; un exitoso profesionista que también mide su éxito
en base a su familia.
Podemos
apreciar principalmente tres puntos de vista de este caso: El de Midori Nonomiya; Madre del pequeño Keita quien se siente culpable al no
haber podido reconocer que el niño que lleva criando por seis años no es su
hijo.
El
señor Saiki; humilde y trabajador padre
de familia, ve en esto una buena oportunidad para demandar al hospital pero al
final descubriremos que es en realidad un hombre de buen corazón.
Por
último; tenemos nuevamente a Ryoata Nonomiya,
en quien evidentemente se centra el discurso del director Hirokazu Kore-eda
sobre la paternidad.
¿Qué
vuelve a un hombre en padre?
¿Dar
su apellido? ¿Eyacular y fecundar un óvulo? ¿Criarlo?
Todo
esto hace quedar a Ryoata en un shock
pues su niño en efecto no comparte absolutamente ningún rasgo biológico con él
y sin embargo ¡Keita es su hijo! Pero
el que lleva su sangre es Ryusei Saiki
y aún así, no tienen nada en común.
No todo puede ser comprado con dinero... |
Las
actuaciones son excelentes, le dan gran verosimilitud, esto le permite al
espectador sentir empatía por los personajes y realmente mostrar interés por
conocer el desenlace del relato que se divide en dos grandes actos: El dilema
de si intercambiar o no a los hijos al tiempo que las dos familias; los Saiki y los Nonomiya se van conociendo. Situación
que además sirve de excusa para contrastar los dos niveles sociales de estas
familias.
Ciertamente,
el segundo acto pierde un poco la fuerza pero se recupera a la mitad gracias al
talento de los actores y director.
En
este punto uno ya no sabe a bien lo que va a suceder por lo que la cinta vuelve
a crecer. Es más, yo creía que la conclusión iba a ser un final feliz, puesto
que todo apuntaba a ello en una escena por demás mágica y conmovedora cuando
parece ser que la familia de los Nonomiya
habían alcanzado el equilibrio tan anhelado.
Inteligentemente
el director Hirokazu Kore-eda cambia el rumbo (y nos hace sufrir por unos
minutos más) y decide darle un final más agridulce.
Sin
duda, es un buen trabajo para analizar. Fuera de la realización cinematográfica,
es a fin de cuentas una gran historia.
Por
ahí leí que Steven Spielberg se emocionó mucho con esta película. Probablemente
cambie el relato por la de una familia judía y otra alemana pro-nazi donde al
final, todo resulte ser un plan malévolo de extraterrestres.
No olvides un complot por parte del gobierno estadounidense con ayuda del ejército y una cinematografía llena de lens flares y demás artefactos jaja.
ResponderBorrar(Me gusta el cine de Spielberg, sólo decía xD)
Jejeje También me gustaba el cine de Spielberg hasta que se volvió un señor canoso aburrido
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