Título Original: Paradies: Liebe
País: Austria,
Alemania, Francia
Año: 2012
Director:
Ulrich Seidl
Reparto:
Margarethe Tiesel (Teresa), Peter Kazungu (Munga), Inge Maux (amiga de Teresa),
Dunja Sowinetz (turista), Gabriel Mwarua (Gabriel), Carlos Mkutano (Salama)
Duración:
120 minutos
Sinopsis:
“En las playas de Kenia se conoce como
sugar mammas a las mujeres europeas que buscan a los jóvenes africanos que se
prostituyen para ganarse la vida. Teresa, una austriaca de 50 años y madre de
una chica que está entrando en la pubertad, viaja de vacaciones a aquel
paraíso. Ahí, va de un chico a otro, de una decepción a otra, hasta que
finalmente reconoce que en las playas de Kenia el amor es un negocio. Paradise:
Love toca, no sin algunas dosis de humor, diferentes aspectos relacionados al
turismo sexual, las relaciones entre mujeres mayores y hombres jóvenes, el
valor del mercado sexual, el poder del color de la piel, Europa y África,
además de la situación del explotado, quien no tiene otra opción que explotar a
otros. Éste es el inicio de una trilogía: tres historias sobre tres mujeres de
una misma familia”.
Si vienen de la anterior Reseña: Paraíso Fe. Sabrán que cuando me tocó ver el par de paraísos
(de una próxima trilogía) en la Muestra Internacional de Cine en la Cineteca
Nacional, primero pasaron Fe y luego
ésta, que es Amor (Si no lo sabían
pues ya lo saben) y es este orden en el que recomiendo que se vea y no como
originalmente se estrenaron (primero Amor
y después Fe). Pues las historias al
ser totalmente opuestas una de la otra se saborean mejor si vivimos primero
bajo el dogma de la fe y posteriormente nos hartamos de “amor” (así entre
comillas).
Algo que me
fascinó es que en la sala había un montón de niñas mojigatas que le tiran a
verse bien rudas acá en onda supuestamente alternativas open-mind ya saben… tenis Converse (para
verse rockers), pantalón de mezclilla gastadito (para verse acá rudas) y blusas
de esas que están tan de moda de rayas ¡Pero se espantaban a ver penes en
pantalla! Hasta se tapaban sus ojitos y dejaban escapar grititos de sorpresa jajaja. Me imaginaba a algún profesor pretencioso de esos que al
lugar de dar clases de la materia correspondiente, se la pasan diciendo cosas
como:
-Jóvenes;
lean un libro, vayan al teatro, dejen de andar chateando todo el día (según
los profesores el chat es toda una novedad jaja) A ver ¿Quién de ustedes ya fue a la Cineteca Nacional?- Nadie en el
salón responde…
-A ver jóvenes, les voy a dar 5 décimas (cuando se es estudiante 5 décimas, son como
si te dieran mil pesos jaja) si me traen
un boleto de una película… la que sea, pero que la hayan ido a ver a la
Cineteca-
Quiero imaginar
también, que esas chicas de prepa súper alternativas
se pusieron de acuerdo para ir a la Cineteca a ver lo que estuviera. Si hubieran
llegado temprano habrían visto Paraíso Fe,
pero les tocó Paraíso Amor y como
todos sabemos, Ulrich Seidl es un director muy franco. Si va a hablar de
cuerpos desnudos que buscan el placer de la fornicación es porque va a haber
cuerpos desnudos buscando el placer de la fornicación. Y hasta donde yo sé, se
necesita un pene y una vagina (Los muy avanzados andan en la onda tántrica pero
generalmente las personas necesitan contacto sexual) pero las chavas de la
prepa parece ser no sabían… qué malo que el sistema educativo esté por los
suelos y se prefiera hablar de la abstinencia sexual y no de métodos
anticonceptivos (Eso explica muchas cosas) Así que dejemos el tema de la chicas
que se tapaban los ojos ante la desnudez humana y entremos de lleno a la
reseña.
Teresa
(Margarethe Tiesel) es una mujer cincuentona de Austria que viaja con una amiga
a las playas de Kenia. Lo curioso de la travesía es que uno de los motivos de
llegar a ese destino es el de ejercer una especie de turismo sexual.
A muchas
personitas nuevamente les causó molestia esta película de Ulrich Seidl, con lo
que comprobamos que el sexo (la mojigatería pues) y la religión (que no
espiritualidad) siguen manteniendo al ser humano encadenado y sin alcanzar
la auto-realización
La espantadiza
María Guerra (conocida como @maguerram en twitter) escribió en el blog
Cadenaser “La pretendida originalidad de
Siedl es mostrar la repugnancia de la prostitución. El asco literal que los
chicos sienten al acostarse con esa mujer gorda y estúpida, que les obliga a
decirle lindezas y acariciarla con dulzura. ¿Es que hay que ver la prostitución
desde el punto de vista de los hombres para que resulte repugnante? ¿A esta
obviedad es donde quería llegar este director?” Pobre de esta señora María
Guerra que vio la película, hizo su crítica ¡Pero no le entendió! Al igual que
las chavas de la prepa que se espantan con penes y pezones. Más allá de la desnudez, está el tema de la
soledad. ¡Qué pendeja eres María Guerra jajaja! Me hubiera gustado que se
llamara Mario Guerra nada más para que no piensen que soy misógino.
Inge Maux, Peter Kazungu y Margarethe Tiesel que interpretan a las Austricas 'calientes' y al joven keniano prostituto respectivamente, Acompañadas por el director Ulrich Seidl |
Pues
efectivamente, esta película habla de la soledad y de la necesidad que tenemos
de sentirnos amados ¡De ahí el título de
la cinta! Paraíso: Amor, no Paraíso: Sexo. Si María Guerra hubiera
puesto atención en sus clases de la escuela (a no ser que le tocara el mismo
maestro que mando a las chicas de la prepa a ver “la que sea” a la Cineteca) se habría enterado que existe algo
llamado Pirámide de Maslow que es la jerarquía de las necesidades humanas en la
que el nivel de aceptación social se mencionan las necesidades de afecto, amor,
pertenencia y amistad… ¡Todo lo que Teresa (nuestra protagonista) busca!
¿Verdad que el
conocimiento nos abre las puertas de la comprensión? Por eso la iglesia (la que
sea) prefiere que seamos unos imbéciles ignorantes para no cuestionar nada (Por
eso se ofendieron con Paraíso Fe) Y los controladores de conciencias (como la
idiota de María Guerra) desean confundirnos y que creamos ahora que Paraíso
Amor es repugnante cuando en realidad Ulrich
Seidl está haciendo una dura observación social, SIN CONCESIONES. No por
nada es poco a poco considerado como uno de los realizadores más brillantes del
cine europeo actual, tal y como nos lo compartió Carlos Bonfil (a quien citamos
igualmente en nuestra reseña de Fe).
Hay que ser honestos
y dejar de ser arrogantes, cuando no se entienda una obra, se debe de decir y
ya después hablar de ella, no como la señora que les comento que se las da de
muy profesional y no tuvo la humildad de reconocer que esta obra rebasó (y por
mucho) su pequeño criterio.
Al final de
Paraíso Amor, uno se pregunta sobre el futuro de Teresa que llegó buscando precisamente el amor y se fue harta de
sexo…
… y más sola de
como llegó.
¡Imperdibles este
par de cintas de la trilogía Paraíso!
Muy buena historia, en efecto no se trata de sexo en si, es un simple recurso como los desnudos de las señoras, es el contexto nada más. El tema de la pobreza en Kenya (y en todo el continente africano) es interesante, es supervivencia, cosa que aprovechan estas mujeres también, es un intercambio extraño pero que existe.
ResponderBorrarEllos son capaces de decir cualquier cosa por obtener dinero, como si las mujeres no supieran la razón de tanto cariño, pero Teresa en particular a veces se hace la inocente, es todo un teatro el que montan para obtener lo que buscan. Hay mucho que ver en esta cinta.
Saludos.
Es de lo más interesante que he visto recientemente. Se puede analizar de varias formas y más si se ve el dúo de paraíso fe primero y luego paraíso amor... es una delicia esta trilogía de dos jaja la tercera fue una gran decepción. Y como bien lo mencionas; trata temas que ahí están pero pocos lo retoman.
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