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martes, 27 de noviembre de 2012

Reseña: La Demora

Título: La Demora
País: Uruguay, México, Francia
Año: 2012
Director: Rodrigo Plá
Reparto: Roxana Blanco (María), Carlos Vallarino (Agustín), Óscar Pernas (Néstor)
Duración: 84 minutos

Sinopsis: “Montevideo. Conforme el anciano Agustín es cada día más senil, su dependencia hacia María, la madura hija divorciada y con dos hijos que se ocupa de él, es más pronunciada. Pronto la presión económica y social que genera la presencia del padre conduce a la desesperada hija al borde de una decisión difícil de tomar. La demora es el primer largometraje que el director mexicano hijo de migrantes Rodrigo Plá, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica de México, realiza por completo en su país natal”.

¡Tremenda historia la que trae Rodrigo Plá!

Y no es para menos. Con todo lo que está sucediendo en la sociedad, tocaba el turno de hablar sobre las inconveniencias de envejecer. Sí, inconveniencias. Por lo menos desde hace cincuenta años se ha venido pervertido totalmente el concepto de la vejez. Esto es más evidente en las economías emergentes (los países jodidos pues) ya que por los mismos factores de bienestar no alcanzados en sociedades como la latinoamericana, el problema con el que lidian las familias es: Y ahora ¿En dónde metemos al abuelo? Como si se tratase de una mesa que ya no alcanza en la sala y que debe ponerse en un cuarto de triques para que no estorbe. Caso contrario de otras sociedades (las denominadas ricas) en donde las oportunidades que otorgan economías más o menos estables como el crear un patrimonio son más altas, los ancianos deben enfrentarse a la soledad…

En un lado hay casas habitadas por ancianos solos, rodeados de cuartos vacíos y en otro, familias que se ven obligadas a tratar al abuelo como el cacharro inservible que sólo ocupa espacio.  Ahora sí que como decían por ahí: Acá no cabe la raza, allá; te aburres de a feo…

El tema de la vejez con dignidad abarca mucho, desde lo económico hasta lo moral y a pesar de que alguien decidiera abordar todos estos aspectos, dudaría que se pudiera dar solución alguna.

Para allá vamos todos...
De ahí que la cinta salga adelante pues el tratamiento de la historia hace parecer muy simple lo que en realidad es extremadamente complejo. Uno de esos aciertos con La Demora es precisamente el talento con el que se rodeó Rodrigo Plá, en particular de Roxana Blanco (María) cuyo trabajo fue más allá del mero ejercicio mental actoral, ella emplea además su físico. Nos deja ver claramente a una mujer cansada, una madre e hija a la vez a punto de desfallecer.

Es el mismo fastidio de la vida diaria la que impulsa a María a tomar la decisión que luego se convertirá en una angustia tremenda para esta mujer.

Y luego, Don Agustín, quien ahora se encuentra abandonado en la banca de un parque, lucha por comprender su situación. Parece que no se da cuenta que el tiempo indecible hizo de las suyas. Desgarradora es la escena en la que Agustín afirma que su hija va a regresar ahí mismo, en donde él se encuentra pues seguramente -se le habrá hecho tarde-

Rodrigo Plá, Laura Santullo, Christian Valdelievre y Sandino Saravia Vinay en Berlín
Si el espectador logra contener el llanto (pues Don Agustín se ha convertido ahora en nuestro reflejo exacto de 30, 40 o 50 años en el futuro) se encontrará con un desenlace por demás melancólico.

Entre la candidez y el idealismo, Don Agustín, cierra este ejercicio cinematográfico con una línea muy válida que da título a esta película.

Luego entonces, podemos sonreír un poco…

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