País: Argentina,
España
Año: 2012
Director:
Pablo Trapero
Reparto:
Ricardo Darín (Julián), Jérémie Renier (Nicolas), Martina Guzmán (Luciana)
Duración:
110 minutos
Sinopsis:
“La extrema pobreza subyace bajo el
esplendor de la mayoría de las grandes ciudades cosmopolitas. En Villa Lugano,
en el sur de Buenos Aires, el elefante blanco es una estructura semiabandonada
cuyo destino en los años treinta era ser el hospital más grande de
Latinoamérica. Hoy, habitado por cientos de personas en condiciones de miseria
y marginación, el edificio y sus alrededores son el escenario en el que Julián
y Nicolás, dos sacerdotes católicos, uno local y el otro extranjero, que
trabajan con la población, se enfrentan a la corrupción, la violencia del
narcotráfico y los intereses políticos para encontrar brechas que rediman su
propio pasado”.
Pues se quedó en
el tintero esta reseña desde el pasado jueves por problemas de tiempo y
logística (¡Salimos de vacaciones!) Afortunadamente se pudo subir la reseña del
viernes que fue: Los Mejores Temas.
Entonces hablemos
de esta cinta (y todas las que se quedaron pendientes) que ya comienza(n) a
circular por todos los demás circuitos fuera de la Cineteca Nacional a fin de
que nadie se pierda la #54Muestra.
Pues el director
Pablo Trapero nos trae una buena historia, llena de ideas interesantes y
visualmente lograda. Lo malo fue que, como dice ese famoso dicho “El que mucho
abarca, poco aprieta…”
¿Por qué? Pues se
engolosinaron metiendo tantas situaciones que al final la película ni es una crítica social, ni un análisis
serio de las actitudes de la curia eclesiástica, ni relato sociopolítico, ni
drama humano… ¡Nada! Ni siquiera le
apuesta a una biopic de curas idealistas.
Tal y como decía un tal Pakosky.
Le falto saborcito... |
No hay
profundidad en nada. Únicamente una embarradita de todo. Eso sí, hay momentos
rescatables pero que se dan a cuentagotas.
¿Cuál fue el
problema? Pues desde el punto de vista cinematográfico ¡Ni idea! Jajaja sucede
que en sangrons.blogspot.mx no somos
profesionales del cine. Lo que sí, es que amamos el cine, y cuando algún listillo anduvo anunciando que Elefante Blanco tenía similitudes Ciudad de Dios la expectativa creció. Pero
esta película naaaada tiene que ver con Ciudad
de Dios.
No porque salgan
una bola de muertos de hambre ya todas las películas van a ser Ciudad de Dios… ¡Por Dios! Jaja.
Si están pensando
en darle una oportunidad vayan ahora sí que con la mente en blanco para evitar
llegar con ciertos prejuicios.
La cinta (a mi
parecer) no es mala, únicamente que se les ocurrió programarla en la Muestra Internacional
de Cine. Haciéndola palidecer ante las demás obras.
Y vuelvo a
insistir; Elefante Blanco quiere
hablar de todo pero nunca dice nada o si lo llega a hacer, el mensaje llega tan
débil que la cinta no se siente.
Gracias a las críticas muy positivas que escuché sobre esta cinta me animé a verla, por cierto en hbogo filmes, y de verdad es una película técnicamente maravillosa, con una historia central que invita a la reflexión y al debate, y con diferentes relatos paralelos que, sin ser del todo atrapantes, acompañan correctamente la cruda y muy interesante narración principal. Excelente.
ResponderBorrarQué bueno que anda en circulación, no me encantó pero tiene unas cosillas interesantes. Hubiera sido genial que fuera una miniserie o un documental... Saludos!!
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