Título: Histeria: La Historia del Deseo
Título Original: Hysteria
País: Reino Unido, Francia,
Alemania, Luxemburgo
Año: 2011
Director: Tanya Wexler
Reparto: Hugh Dancy, Maggie
Gyllenhaal, Jonathan Pryce, Felicity Jones, Rupert Everett, Ashley Jensen
Duración:
99 minutos
Sinopsis:
“En la Inglaterra victoriana, el
visionario Dr. Mortimer Granville se ve forzado a trabajar como asistente para
el Dr. Dalrymple, médico reconocido por su controversial tratamiento a las
mujeres que sufren del mal colectivo llamado "histeria". Con la ayuda
de su excéntrico amigo, Edmund, el joven doctor propiciará el invento de uno de
los aparatos más escandalosos del Siglo XX, todo en el nombre de la ciencia
médica”.
Ya más o menos
había escuchado de qué se trataba "La Historia del Deseo" así que decidí
verla. Únicamente que hay un problema con esta película: ¡Dura poco!
Es tan entretenida
que el tiempo se va volando, probablemente fue a propósito pues recordemos la
gran frase del show bussiness: “Siempre
hay que dejar al público pidiendo por más”.
Pero… ¿Y cómo de
qué va la historia? Histeria trata el tema del sexo desde una perspectiva muy
humilde y cotidiana… normal pues, así como debería de verse el tema del sexo,
al mismo tiempo que también se toca de la visión que la sociedad de finales del
siglo XIX tenía sobre las mujeres, donde se les ignoraba y se les veía como
ornato, regidas por una sumisión ante el hombre, bueno… se supone que eso era
en el siglo XIX y teóricamente en el año 2012 eso ya no ocurre pero eso ya es tema
para otra ocasión.
Hoy en día, si un
médico masturbara a su paciente para producirle placer, sin lugar a dudas, se
daría un escándalo del que todos hablarían, pero en aquella época, era algo
común que el doctor en turno satisficiera las necesidades de las pacientes para
un mal muy peculiar llamado precisamente: histeria. Trastorno que produce
malhumor al sujeto, reacciones violentas y depresión, para el que la única cura
es la estimulación de los genitales… ¡Exactamente lo que usted está pensando!
Jajaja
Aprovechando
esto, la peli arranca con una curiosidad que es poco conocida en la historia (o
por lo menos no me había interesado en investigar) El relato de la invención del
vibrador patentado por Joseph Mortimer Granville, un médico inglés de alta
estima quien lo diseño muy seriamente como un aparato médico. De verdad ¡El vibrador se creó como una
herramienta médica! ¿A poco no se queda uno con el ojo cuadrado?
Por lo que en esa
época, el vibrador fue aprobado por muchos médicos como el único tratamiento
confiable para el amplio, y notoriamente enigmático, desorden de las mujeres
conocido como histeria. Para dar el tratamiento que consistía en un “masaje medicinal” de los órganos
femeninos al punto del paroxismo (excitación), lo cual fue en la perspectiva de
la época victoriana, un alivio perfectamente clínico para el sistema nervioso,
ciertamente sin confundirse con un orgasmo y no en alguna manera considerada
sexual.
“Siempre hay que dejar al público pidiendo por más" jaja Interprétenlo como quieran |
Pero no se
confundan, la película nunca cae en barateces de mal gusto, de hecho la fui a ver
a un cine por allá en la Hipódromo-Condesa acá rodeado de pura señora
cuarentona de billete jajaja.
Esta es una
historia de comedia y de romance… pero con vibradores jajaja
En vez de ir a
los chistes obvios, permitieron que el humor surgiera de los eventos absurdos
(pero supongo que basados en la realidad) que ocurrían alrededor de estos
personajes.
Insisto que la
película no dura mucho, pero eso invita a que se aprecie mejor. Todo en la cinta
es digno de mencionar, desde lo artístico, recreaciones de la época, actores,
el guión…
Si se quedan al
final de la película, durante los créditos verán imágenes mostrando la
evolución del vibrador del que a estas alturas del segundo milenio solo falta
que lo hagan compatible con el iPod jajaja.
Muy buena
película, de hecho al final me dieron ganas de comprar un vibrador para regalar…
ya saben, todo sea por la salud y el interés científico jejeje
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