Título: Locura en el Paraíso
Título Original: Wanderlust
País: Estados Unidos
Año: 2012
Director: David Wain
Reparto: Malin Akerman, Jennifer Aniston, Paul Rudd, Justin Theroux, Ken
Marino
Duración: 98 minutos
Sinopsis: “George (Paul Rudd) y Linda
(Jennifer Aniston) viven en el estrés total de Manhattan, luchando por
pertenecer a un status de vida elevado. Pero las cosas cambian cuando George es
despedido de su trabajo y solo les queda una opción: Mudarse a trabajar con el
terrible hermano de George a Atlanta. Después de una mala experiencia con él y
varias horas de carretera, Linda y George buscan un lugar para descansar y se
tropiezan con: Elysium, una comunidad psicodélica poblada por personajes muy
pintorescos, cuya manera de ver las cosas dista mucho del mundo real: Un
nudista que da clases de cata de vino, habitaciones y baños sin puertas; todo
es de todos, incluso las parejas…”.
Unas palabras antes de iniciar (la
reseña va de lo general a lo particular, es decir, de lo más a lo menos):
La imagen me es muy clara: una pareja
de jóvenes de treinta y pocos años salen del gimnasio en un barrio trendy, de
los que están de moda en cualquier metrópoli del mundo - llámese México, Nueva
York, Buenos Aires o París -. Portan una vestimenta muy a la usanza new age:
ella, lycras color malva, un top con mangas y huaraches muy abiertos de cuero;
él, unos pants delgaditos de algodón orgánico color caqui y unas chanclas de
pata de gallo de una marca cara; ambos llevan sendas bolsas con sus tapetes de
yoga Louis Vuitton, enrrollados al hombro.
Después de pedir una bebida energética
y una Coca light, prenden un cigarro - también light - , se despiden de beso y
cada uno toma su camino. Él se sube a su Mini Cooper y ella, a una camioneta
todo terreno. Él habla por su iPhone con <<Dios-sabe-quién>> y
dice: <<Vengo de la yoga, ca’, no sabes, ¡qué ondón!>>, mientras
ella manda un mensajito en su BlackBerry que dice <<No, goee…, con esta
clase de yoga, seguro sí enflaco dos kilos>>.
¿Dónde nos perdimos? ¿En qué momento
una religión, filosofía y doctrina oriental de lo más compleja, disímbola y
enriquecedora, pasó a ser una actividad de gimnasio, un puro y simple
acondicionamiento físico sin ton ni son? ¿Cómo y por qué una práctica que implicaba la vocación,
la disciplina estricta y la dedicación del individuo de por vida es hoy una
clase que dura una hora - a lo sumo - dos veces por semana? ¿Quién es el
causante de semejante divulgación barata, de ese <<teléfono descompuesto>>
que hoy nos vende una relajación, flexibilidad y buen cuerpo al 2X1 y con un
mínimo esfuerzo, lunes y miércoles de 7 a 8?*
Inicié de esta forma la reseña de hoy
debido a que la película trata de burlarse o poner en evidencia a una comunidad
pues supuestamente hermanada a la meditación y diversas filosofías… obviamente
se burla de todos los clichés que se tienen de una comunidad psicodélica o
hippie, donde se la pasan fumando mariguana, ingiriendo sustancias
psicotrópicas, el guía espiritual resulta ser mundano y medio corrupto, los
habitantes actúan como paranoicos, desquiciados, junkies, etc.
Cliché tras cliché y mucha improvisación (pero me divertí un rato por lo menos) |
Luego también tratan de mofarse un
poco del sistema financiero-hipotecario pero se ve que les tembló la manita y
ahí no fueron igual de mordaces y cínicos.
El otro tema que eligen para
ridiculizar es la vida suburbana y en particular, la forma de ser y de pensar
del estadounidense promedio. Pero no aterrizaron absolutamente nada.
Luego entonces, la película se quiere
hacer la inteligente o ser mordaz peeeero ¡El final es de lo más norteamericano
que hay! Explico:
Una pareja; George (Paul Rudd) y Linda
(Jennifer Aniston) adquieren lo que una asesora financiero-hipotecario asegura
es un Micro-Loft (pero es un Studio) en Manhattan a un precio altísimo pero que
supuestamente es una “gran inversión”. Ellos tienen empleos “corporativos”
desafortunadamente los pierden y pagar ese carísimo Micro-Loft se vuelve
imposible. Al tratar de re-venderlo, la asesora financiero-hipotecario les
voltea la tortilla diciéndoles que el mercado hipotecario está reventado y que el
Studio (ahora ya no lo considera un Micro-Loft) que compraron la semana
anterior ahora vale menos por lo que al venderlo pues saldrían hasta perdiendo.
Viendo la situación, deciden irse a Atlanta a pedir ayuda al hermano de George
mientras se recuperan financieramente, pero en el camino llegan a Elysium (la
neo-comunidad hippie) donde descubren que hay que vivir la vida, muera el
capitalismo... Después de varias situaciones, la pareja tiene fricciones, se
enojan y viene el final feliz donde se reencuentran y ¡Qué creen! Se vuelven
capitalistas, recuperan su dinero, compran una casa y nunca demostraron algún
aprendizaje de religión, filosofía o doctrina oriental enriquecedora… cliché tras cliché.
Ahora hablemos de qué tan cómica es…
Me reí varias veces y sentí que era
divertida. Lo malo es que parece ser no había un guión sólido detrás de ella
pues casi la totalidad de las actuaciones son improvisaciones, súmenle que
tiene un humor subido de tono que creo se le llama humor escatológico, así que
si no se sienten cómodos con “chistes” de penes, vaginas, excremento o groserías
explícitas pues no le recomendaría que la fuera a ver.
Como casi siempre, fui solo al cine
pero habría estado de lo más incómodo si la hubiera ido a ver con mi mamá por
decir algo. Por lo tanto, la clasificación B15 en realidad dice muy poco, así que la
recomendación es esta: no la vayan a “ver en familia”, ni lleve a la
chica que les gusta y que planean ser más que amigos (para eso está El Lórax o Titanic
3D 4DX). El mood de peli es como para verla un grupo de amigos que se va de
pinta, una pareja pero ya de novios o personas que quieren ver a Jennifer
Aniston como sucedió conmigo.
La película me divirtió y me reí pero son escenas sin continuidad... yo prefiero recomendarles La Mujer de Mis Pesadillas (The Heartbreak Kid 2007) o Cómo Sobrevir a mi Ex (Forgetting Sarah Marshall 2008)
*María del Pilar Montes de Oca Sicilia
Algarabía 86, noviembre 2011.
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