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miércoles, 22 de febrero de 2012

Reseña: El Artista (The Artist)

Título: El Artista
Título Original: The Artist
País: Francia, Belgica
Año: 2011
Director: Michel Hazanavicius
Reparto: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, Uggie (el perro), John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller
Duración: 100 minutos

Sinopsis: “Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero, con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro”.

¡Esta cinta me conmovió hasta las lágrimas!

Estamos ante una obra maestra que lo tiene todo T-O-D-O… Tal parece que tenemos la trilogía perfecta de la nostalgia: Midnight In Paris, Hugo y The Artist. Roguemos que la Cineteca Nacional al ser reinaugurada presente este programa triple.

Haciendo un balance, tenemos que, en esta segunda década del nuevo milenio, el hombre es capaz de realizar proyectos de la envergadura de Transformers, es decir, obras grandilocuentes con gran cuerpo pero sin corazón y al mismo tiempo, otorgarnos el proyecto de El Artista que lo que le sobra es corazón. Sé que no hay comparación entre una obra y otra pero aceptémoslo, es la realidad que vivimos.

De inicio, la cinta es presentada en una imagen cuadrada (hablando técnicamente, en proporción de 4:3 o 1.33:1) exactamente el aspecto de las películas de la época en la que se sitúa.

Además de respetar el aspecto no panorámico de la pantalla, notamos que es en Blanco y Negro…

… y es silente (o como la gente ubica: “película muda”)

Entonces pues, es una cinta silente, en blanco y negro además de no panorámica… ¡Y es excelente!

Porque recordemos que lo importante no son los adornos técnicos (color, sonido, vista panorámica) sino la historia. Y una historia mala, es mala en cualquier presentación y tratamiento.

La verdad, me quedo sin palabras o suficientes adjetivos para glorificar esta película. Su servidor no recuerda haber visto película tan hermosa en mucho tiempo.

De hecho, parece ser que convive mejor con cintas de hace cincuenta años como Cantando Bajo la Lluvia (Singin' in the Rain, 1952)

Probablemente esta cinta es alabada por muchos entusiastas del cine porque como menciono desde un principio, llama a la nostalgia. Jean Dujardin quien parece un homenaje a Rodolfo Valentino crea un lazo tan estrecho con el espectador que realmente transmite esa desesperación que con películas “habladas” el mundo se acaba.

Hablando de homenajes, un acierto de la cinta es que se disfruta en dos niveles: Disfrutar de la historia de Geroge Valentin (personaje ficticio) y de la historia del cine, de la cual, tiene puestos a propósito, todos los chichés del género (es importante aclarar que todo fue intencional, pues parece ser que los amargosos no entendieron eso) Además de que durante toda la historia, la cámara presenta los desenfoques de la época y su moviemiento "rudo" para finalizar (¡No estoy contando el final!) ahora sí, con un moviento libre y encuadre técnico moderno.

Jean Dujardin y el perrito Uggie
Como dije, siempre estará el amargado que busque quitarle méritos a El Artista más por alguna experiencia personal que de la cinta misma. De igual manera que otros (me incluyo) le colgarán milagros de más que la cinta no posee (no se cuales no posee, pero los amargados nos lo harán saber). Yo no me explico que a alguien no le haya gustado este ejercicio cinematográfico tan original (menos viendo la imagen de arriba con un perrito tan simpatico) de seguro esa gente tiene seco el corazón.

Haga todo lo posible por ver El Artista: Mienta, robe, asesine, traicione como su fuera un político mexicano para disfrutar tan reconfortante historia... esta bien, no haga nada de lo anteriormente dicho al menos que quiera ser Presidente de la República, pero no queremos eso, queremos que vea El Artista

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