Páginas

lunes, 21 de noviembre de 2011

Reseña: Indiferencia (Detachment)

Título: Indiferencia
Título Original: Detachment
País: Estados Unidos
Año: 2011
Director: Tony Kaye
Reparto: Adrien Brody (Henry Barthes), James Caan (Señor Seaboldt), Betty Kaye (Meredith), Sami Gayle (Erica), Christina Hendricks (Señorita Madison), Marcia Gay Harden (Directora Carol Dearden), Blythe Danner (Señora Perkins)
Duración: 100 minutos

Sinopsis: “Indiferencia muestra la visión real y descarnada de un mundo, que bien mirado, podría ser el nuestro o el de nuestros hijos. Es la crónica de las 3 semanas de la vida de un maestro sustituto en el sistema de educación estadounidense. Lleno de fallas, contradicciones y presiones que poco a poco harán sucumbir a más de uno de los involucrados”.

¡Y continúa la Muestra Internacional de Cine número 53 en la Cineteca Nacional!

Una cinta muy interesante, el tema es actual. Ya se han realizado proyectos similares con la temática correspondiente a la época en que fue realizada cada una.

Por desgracia, en 2011 el tema es la indiferencia, la apatía, el valemadrismo ¿En qué punto se perdieron las ambiciones? ¿Ya no hay sueños por cumplir? ¿O será que los sueños, se volvieron tan inalcanzables como para tomarse la molestia de intentarlo?

Pero también vemos el tema del no compromiso…

¿Ya no se puede confiar en nadie? Puede ser. De hecho, recuerdo haber escuchado que vivimos en una época en la que no puedes confiar en nadie, lo explico:

Ya no podemos confiar en absolutamente nadie y la prueba está en que en la mayoría de los baños (sanitarios pues) de cualquier lugar público son automáticos ¿Por qué? Pues porque no se puede confiar en que la gente le jale al baño después de usarlo. ¡Baños automáticos! ¡Vaya ridículo extremo al que se ha llegado!

¿Indiferencia al ver flotar la mierda en el excusado?

Ese es un punto, ahora, hablando de la educación. A mí me tocó vivir la indiferencia de las autoridades del Instituto Politécnico Nacional, siempre que recurría a ellos, recibía una patada en el culo, eso fue, lo único que siempre recibí de parte del IPN: Una patada en el culo.

Milagrosamente esta Institución educativa (lo que queda pues) se mantiene milagrosamente gracias a profesores comprometidos (que son 1 de cada 10 como esa comida para gatos) y a estudiantes necios que no se dejan doblegar (esos son 1 de cada 20) pero en general el IPN es apático… indiferente. Siempre viendo las estadísticas, los programas, los avances, pero nunca ven a los ojos al ser, al hombre, al empleado, al alumno. La cosa es hacerse pendejos mientras llega la quincena.


Regresando al punto de la cinta del no compromiso…

¿Quién se compromete en estos días por la simpleza de hacerlo? Se comprometen por quedar bien, se comprometen porque no hubo de otra, se comprometen por que sí… pero a la mera hora no.

Esta película va mas allá de que si los diálogos, que si los planos largos, que si la actuación, que mira que bonito encuadre, eso es lo de menos, era la excusa para poner el tema en la mesa

Pero… ¿Y quién va a hablar de eso?

¿Indiferencia?

¿Y si todos nos comemos ese pastelillo mortal?

O a lo mejor ya nos lo tragamos y estamos muriendo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario