Título Original: Le gamin au vélo
País: Bélgica-Francia-Italia
Año: 2010
Director: Jean-Pierre, Luc Dardenne
Reparto: Cécile de France (Samantha), Thomas Doret (Cyril), Jérémie Renier (Guy Catoul), Fabrizio Rongione (vendedor de libros), Egon Di Mateo (Wes), Olivier Gourmet (dueño del café).
Duración: 87 minutos
Sinopsis: “Cyril (Thomas Doret) acaba de ser abandonado por su padre (Jérémie Renier) en un orfanato. Mientras busca a su progenitor por todos los rincones, conoce por casualidad a Samantha (Cécile de France), una peluquera que aceptará acogerlo en su casa durante los fines de semana”.
¡Y continúa la Muestra Internacional de Cine número 53 en la Cineteca Nacional!
Sinopsis: “Cyril (Thomas Doret) acaba de ser abandonado por su padre (Jérémie Renier) en un orfanato. Mientras busca a su progenitor por todos los rincones, conoce por casualidad a Samantha (Cécile de France), una peluquera que aceptará acogerlo en su casa durante los fines de semana”.
¡Y continúa la Muestra Internacional de Cine número 53 en la Cineteca Nacional!
- Ya no hay hombres - dice un señora
- Si los hay, pero todos son maricones - le responden
Todo esto en referencia al padre de Cyril que abandona a su hijo, no solo eso, lo abandona y vende la bicicleta del chamaquillo y además como poco hombre que es, no tiene el valor de decirle nada de frente a su hijo.
Por el otro lado, tenemos a Samantha, una estilista que sin ninguna obligación, le brinda todo el apoyo a Cyril. Y se las ve muy difícil, pues el chico se muestra rebelde y agresivo ante lo que está viviendo. Llegando incluso a dejar de lado una relación por intentar establecer un lazo de confianza más fuerte entre ella y el niño.
La cinta tiene sus buenos momentos y la historia toca temas interesantes como la violencia y el pacifismo. Todo esto englobado en una atmósfera de magia donde las cosas buenas suceden.
La cinta tiene sus buenos momentos y la historia toca temas interesantes como la violencia y el pacifismo. Todo esto englobado en una atmósfera de magia donde las cosas buenas suceden.
- Ya no hay hombres - decía un señora
- Si los hay, pero todos son maricones - le responden
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